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Tamy, el último elefante cautivo de Argentina comienza su adaptación en el Ecoparque de Mendoza

El elefante asiático Tamy tiene 53 años. Es un animal geronte que llegó al antiguo zoológico de Mendoza a partir de una donación realizada por el Circo Hermanas Gasca en 1984.

Ingo Schmidinger es un cuidador de animales especializado en elefantes. Durante los últimos 25 años, ha trabajado con problemáticas asociadas a los elefantes cautivos en zoológicos y otras instituciones análogas. Es cofundador de Kalinga Animal Shelter and Fauna Research, donde, junto con su esposa, ha participado activamente en el rescate, la cría a mano, la rehabilitación y liberación de varias especies de vida silvestre durante los últimos quince años. Realiza talleres y asesora a instituciones zoológicas y de conservación y protección animal en África, Europa y Asia. Además, capacita a cuidadores de animales en todo lo referente a enriquecimiento ambiental, el diseño de las instalaciones, el cuidado del pie de elefante o la formación médica, con métodos de refuerzo positivo.

El especialista también participó activamente en el proceso de entrenamiento de las elefantes asiáticas Pocha y Guillermina, también del Ecoparque Mendoza, que fueron derivadas al Santuario de Elefantes en Brasil.

Johana Rincón Alba es médica veterinaria y zootecnista especializada en bienestar animal y se ha desempeñado en medicina interna de fauna silvestre y en laboratorios de microbiología con énfasis en bacteriología e histología y medicina de la conservación.

El director de Ecoparque, Ignacio Haudet, declaró: “Estamos muy contentos y entusiasmados de trabajar nuevamente con Ingo, esta vez para continuar con la preparación de Tamy para su futuro traslado”.

Recordemos que los procesos de adaptación llevan un largo camino de trabajo intenso y paciente, en el que debemos comprender la adaptación y voluntad del animal con los cuidadores, los entrenadores y los especialistas que se involucran, ya que están acostumbrados a una vida en cautiverio y quienes debemos adaptarnos a los tiempos, priorizando el bienestar, somos nosotros con ellos”, afirmó el director del paseo, Ignacio Haudet.

Cabe destacar que, durante agosto, Schmidinger desarrolla tareas en la Dirección Ecoparque Mendoza con el objetivo de optimizar la rutina del animal, utilizando métodos de refuerzo positivo y condicionamiento operante. Además, su tarea es enriquecer la instrucción de los médicos veterinarios y cuidadores locales en todo lo referente a la interacción segura con el animal.

“De manera complementaria, el equipo de la Fundación Franz Weber acompaña en esta oportunidad con la médica veterinaria Johana Rincón Alba, especialista en bienestar animal y con valiosa experiencia en el manejo de elefantes cautivos. Ella colaborará con visitas periódicas en el condicionamiento operante de Tamy”, agregó el funcionario.

Estos dos especialistas estarán participando en una disertación organizada por el Ecoparque de Mendoza y la Universidad Juan Agustín Maza, el próximo martes 8 de agostos ,a las 14.30, en el aula magna de la institución, para brindar mayores conocimientos en materia de bienestar animal y de la vida de elefantes en cautiverio.

Tamy, el último elefante cautivo en Argentina

El elefante asiático Tamy tiene 53 años. Es un animal geronte que llegó al antiguo zoológico de Mendoza a partir de una donación realizada por el Circo Hermanas Gasca en 1984. Las hostilidades de su vida en cautividad dejan evidencias en su salud física y psíquica. Es por eso que la Dirección Ecoparque Mendoza, desde 2016, trabaja para mejorar su bienestar y posibilitar una nueva historia de vida.

La vida en cautiverio no ofrece a los elefantes ni siquiera una fracción de lo que tendrían en sus hábitats naturales, y lo que necesitan para estar sanos mental y físicamente. Los elefantes son animales altamente sociales, y el estrés del encierro a menudo acorta su vida.

“En su hábitat natural, Tamy se movería constantemente, migrando hasta 16 kilómetros al día, y estaría activo 18 horas al día. Actualmente, Tamy habita en un recinto de 1.265 metros cuadrados constituido por una fosa de cemento y tierra estéril, sin perspectiva de horizonte. Esto ha favorecido la falta de ejercicio y las largas horas de pie del animal que lo exponen al malestar óseo y articular”, destacó Haudet.

Tamy es un individuo inteligente que pasaría el día entero resolviendo problemas como medio de supervivencia, pero lamentablemente su rutina en cautiverio es muy monótona. Para compensar este bajo nivel de estimulación, los elefantes se expresan a través de acciones estereotipadas, repetitivas y compulsivas, como sacudir la cabeza repetitivamente, dar pequeños pasos, frotarse y otros comportamientos que son autoestimulantes y son un síntoma de aburrimiento en la mayoría de las especies. Los comportamientos estereotipados tienen un elemento obsesivo, compulsivo y adictivo que implica la producción de opioides naturales para aliviar el estrés y la frustración del confinamiento.

Es por lo anterior que el Gobierno de Mendoza, en acuerdo con el Santuario de Elefantes de Brasil y con la colaboración de la Fundación Franz Weber, ha acondicionado el hogar de Tamy para que el animal pueda interactuar con sus cuidadores y veterinarios de forma segura.

“A partir de 2023, Tamy puede hacer uso del recinto que antiguamente era habitado por Pocha y Guillermina, elefantas asiáticas que fueron derivadas al santuario brasilero en 2022. Ahora el elefante dispone de dos puertas de entrenamiento con distintas tipologías de operatividad, lo que posibilitará el manejo operante del individuo, la realización de chequeos médicos y el mantenimiento diario de sus patas”, concluyó el responsable de Ecoparque.

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