En agosto de 2015, un infarto le causó la muerte a Juan Carlos “El Chueco” Mazzzón, una figura central del peronismo de la últimas décadas que fungió de “operador político” de Carlos Menem, Eduardo Duhalde,, Néstor Kirchner y Cristina.
Nacido el 8 de enero de 1944 en San Javier, Santa Fe, y mendocino por adopción, “El Chueco” tenía un neto perfil articulador y fue central en el armado político peronista durante por lo menos las dos décadas anteriores a su desaparición, con vínculos personales y un diálogo fluido con dirigentes, gobernadores, diputados e intendentes de todo el país.
Su desaparición física dejó huérfanos a propios y ajenos dentro del peronismo, quienes tuvieron que delegar esos oficios en muchos otros “herederos“. Quien lo revela este lunes es uno de los periodistas mejor informados del país, Ignacio Zuleta. Así lo cuenta en diario Clarín:
El peronismo perdió desde 2015 dos usinas de estrategia y de armado nacional. En aquel año murió Juan Carlos Mazzón que había conducido la mesa estratégica, de la que se valió el peronismo desde los años ’90. Fue el estratego de Kirchner-Cavallo en aquella década, prolongó esa tarea en la primera década del siglo con Eduardo Duhalde, el matrimonio Kirchner y Daniel Scioli.
Las tareas que cumplía el “Chueco” se han repartido entre asesores. Algunos arman para Alberto (Juan Manuel Olmos, Vilma Ibarra, Gustavo Béliz), otros para Cristina (Wado de Pedro, Oscar Parrilli, el “Cuervo”) y otros para Massa, gran consumidor de agencias de opinión pública que buscan construirlo como un político eficaz y confiable.
El otro personaje que perdió el peronismo fue a su apoderado Jorge Landau, que llevaba al PJ en su Ipad y conocía todos los rincones de las tribus partidarias. Murió en julio del año pasado y sus tareas quedaron a cargo del equipo técnico que lo asistía.
