Néstor BethencourtPortada

Guaymallén y la “casa pileta” del Carril Godoy Cruz de la cual nadie se hace cargo

Diario Mendoza Today recibió nulas respuestas desde el municipio y nada empáticas contestaciones por parte de la empresa contratista de la obra Brizuela y Villafañe SRL.

Hace poco, en esta nota periodísticaDiario Mendoza Today reveló las penurias que dos personas mayores padecen por una obra de “nunca acabar” que se yergue en el carril Godoy Cruz que las perjudica gravemente.

Pasado un tiempo prudencial de publicado el artículo en cuestión, las damnificadas -hermanas ellas- informaron a este medio que desde el municipio no solo no les han resuelto sus penurias, sino que además les recriminaronel hecho de hacer público su reclamo.

Por su parte, la empresa ya cobró por su trabajo y tampoco les soluciona sus problemas. Una de las mujeres tiene dificultades cardíacas y la otra con un tobillo fijado con una placa de platino,lo cual se agrava al vivir en una casa con tales dificultades.

Como se dijo oportunamente, una de ellas cobra la jubilación mínima, mientras que su hermana solía aportar a la economía familiar con un quiosco, que debieron cerrar porque hoy no pueden ni abrir el portón. Las razones son obvias: la obra que quedó en el frente de su vivienda les dejó media vereda transitableaproximadamente unos 50 cm más de altura que la casa misma.

Mendoza Today volvió a intentar comunicarse con el secretario de Obras de la Municipalidad de Guaymallén, Marcos Calvente, quién al igual que en el pasado jamás respondió.

A su vez, este diario intentó buscar registros del teléfono de la empresa interviniente, Brizuela y Villafañe SRL, asiduos contratistas del municipio.Ello ha sido imposible, por lo cual se ubicó a puntuales contactos, los cuales brindaron datos del hijo de uno de los titulares de la empresa, célebre por cambiar permanentemente de domicilio.

No obstante, este medio logró contactara Mauricio Villafañe, quien en forma atenta y solicita aclaró que la obra era del padre, anticipando que igualmente se iba a poner en contacto con la Ingeniera de obra para atender el requerimiento en cuestión.

Ello sucedió finalmente: la profesional se comunicó desde un celular terminado en 429 aunque nunca se identificó con nombre y apellido.A partir de allí, se generó un diálogo que por momentos fue contradictorio y desafiantes. A saber:

Reconoce ser la ingeniera a cargo de la obra, negando brindar su nombre.

Increpó exigiendo saber quién brindaba información a Mendoza Today.

“¿Usted que sabe de la casa? Siempre estuvo en desnivel”.

“Se quiso emparejar respecto al nivel de calle”.

La casa no tiene arreglo por estar en desnivel”.

Las personas que viven en la casa no son las titulares”. (Nota de autor: son hijas de la titular ya fallecida)

“Hay un convenio realizado con el municipio, se lo dejaron firmar”, aclara. Según ella, fue a efectos de realizar en el frente “algo ilegal, para dejar más o menos, para poder arreglar el problema que tiene con la casa que está hundida con respecto a los vecinos, y con respecto a la calle”.

Al preguntarle el nombre, nuevamente respond que, al no revelar las fuentes ella no tiene por qué aportarlo.

“No sé por qué ha contactado a la empresa, cuando el municipio es el que lo tiene, ese es el primer problema”, increpó de mala forma.

“Cualquier problema que tenga la gente, tiene que ir al municipio, y no a la empresa constructora”, ordenó.

“¿Qué propone que haga la empresa?”, sigue provocando, cuando lo único que se le explica es que somos periodistas.

Ante la pregunta de este medio respecto de si esta gente al firmar la cesión de la vereda aceptó vivir de esta manera, la ingeniera “sin nombre” respond que “sí”, aclarando que las ocupantes hicieran supuestas obras que no están ejecutadas porque el municipio no lo hace, decidiendo postergarlas.

La situación de esta vivienda no estaba contemplada en la licitación”.

Lo que se le agregó es para paliar en parte la problemática de la vivienda”.

Mendoza Today preguntó entonces por el convenio que dona gratuitamente al municipio más de 30 metros. Allí aparecen las mismas firmas que no se aceptan como válidas para resolver la problemática de las mujeres que viven en la “casa pileta“.

O sea, para el convenio son válidas sus firmas, pero para solucionar el inconveniente no lo son. Cuando se mostró la contradicción, la profesional titubeó y aceptó que quienes firmaron fueron sus herederos, que son los ocupantes.

Respecto a la vivienda, la mujer rematóasegurando que “antes también se inundaba”, reconociendo que con la obra hubo gente que salió muy beneficiada, y otra muy perjudicada. Reconociendo al fin lo que las mujeres padecen en ese domicilio.

Finalmente reconoc que la entrada es una “pileta”, que tal vez con un techo alcanzaría para que, cuando llueva, no entre agua a la casa. Este diario respondió al respecto que el agua que ingresa es de la calle. Todo culminó con un “tengo los papeles en regla”.

Las pruebas están a la vista en las siguientes fotografías:ante una lluvia esta casa se inunda más que la calle:

Diario Mendoza Today
Diario Mendoza Today

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