El mensaje oculto que la Reina Isabel II enviaba al mundo con su manera de vestir
Un repaso por su estilo único y el significado de los colores con más presencia en su guardarropa.
Isabel II siempre fue un ícono de estilo, con una impronta propia y absolutamente consciente del mensaje que daban cada una de las prendas, complementos y accesorios.
Es por eso que son prácticamente un distintivo personal sus conjuntos de vestido y tapado en tonos vibrantes. Isabel II elegía looks monocromáticos en tonos que la hicieran destacar en la multitud, no sólo para facilitar el trabajo de su personal de seguridad, sino como una señal de respeto hacia aquellos que se tomaban su tiempo para ir a apoyarla de manera personal en sus apariciones públicas, tenían que poder distinguirla entre la multitud.
La Reina era la personificación de la elegancia británica; clásica, pero sin dejar de sorprender. Acompañaba sus looks monocromáticos de falda y abrigo con un collar de perlas en tres hileras (regalo de su abuelo, el rey Jorge V) y un broche en la solapa. Además del clásico sombrero, donde aportaba un tono ligeramente diferente, pero en la misma gama que el resto del look. Infaltable era su ya memorable cartera negra de la marca Launer.
La monarca más longeva de la historia británica pensaba, con ayuda de su estilista, sus looks para cada ocasión y tenía en cuenta el lugar al cual asistiría para elegir el color de su conjunto. No usaría el color verde en un lugar con pasto, ni colores oscuros en un ambiente con decoración apagada, siempre buscaba resaltar y poder ser vista por todos los asistentes.
Si bien usó el mismo estilo de traje durante muchos años, el mismo se veía moderno y sofisticado en cada uno de los colores elegidos.
La Reina Isabel II era ahorradora y reciclaba sus looks en la medida de lo posible, después de 2 o 3 apariciones públicas, la prenda ya se había hecho familiar para los medios de comunicación, así que había que buscar la forma de reciclarla.
Su color favorito era el amarillo, por eso podemos verla repetir este color en distintos tonos en diferentes ocasiones.
El amarillo es un color que se encuentra asociado con el sol y con el oro. Es el color de la mente y de la inteligencia. También es un color que ilumina, que refiere a la felicidad y jovialidad. Es un color altamente llamativo y que transmite optimismo.
Otro color muy elegido por la Reina era el verde, un color que inspira generosidad y armonía. Es un color que aporta equilibrio y que posee una gran variedad de tonalidades.
Los tonos rosa y lila también tuvieron una gran presencia en el guardarropa real. El color rosa es un color que transmite positividad y calma, muy apropiado para ocasiones protocolares. Mientras que el lila muestra a quien lo usa como una persona accesible y compasiva.
La Reina Isabel II será recordada sin dudas por muchas razones, una de ellas, definitivamente será su estilo único de vestir.
Mery Montes de Oca
Asesora de Imagen
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