Nicolás SanzPortada

San Martín destina para obras públicas menos del 2% de lo que gasta en salarios

Un municipio con una administración desastrosa, sueldos de indigencia y falta de transparencia

La semana pasada estalló en el municipio de San Martín, dirigido por Raúl Rufeil, un escándalo por los salarios que cobran algunos municipales que no llegan a los 22 mil pesos mensuales cuando, para no ser considerado indigente, una familia tipo necesita 37.414 pesos por mes.

Ello quiere decir que el sueldo cobrado por estas personas no alcanza para la compra de los alimentos básicos necesarios. Para no caer en la pobreza, en Mendoza se necesitan 78.609 pesos. Esto se destaca con el fin de entender la gravedad del caso.

Pero parece que San Martín tiene una administración desastrosa, con números que son realmente escandaloso y una nulidad llamativa en la transparencia, tal como Mendoza Today viene analizando en el marco de los gastos de cada municipio.

Si bien la última ejecución presupuestaria corresponde al 2020, los números que allí se reflejan podrían dar una idea de lo que sucede en el mencionado departamento. Según se detalla, entre los meses de julio y septiembre (inclusive, ambos) se destinaron 694.663.165,29 pesos en 1761 sueldos (1450 cargos de planta permanente y 311 de planta personal temporario)

Sin embargo, en lo referente a la obra pública se destiñó apenas el 1,4%; un total de 9.752.774 pesos. ¿Quién podría sostener una situación similar? Desde el estado, en este caso desde el Ejecutivo municipal, deberían desarrollarse incentivos para generar empleo en el sector privado. No obstante, tal cual pasa en gran parte del sistema público, el Estado termina siendo un empleador importante con el fin de absorber y reducir la tasa de desempleo, aunque luego se encuentra con este tipo de situaciones que no hacen otra cosa más que perjudicar al municipio y al empleado municipal.

Para colmo, San Martín resulta ser otra de las intendencias donde no se puede saber a dónde se destina el dinero. Se insiste con que no se renueva la ejecución presupuestaria desde el tercer trimestre del 2020 y, para colmo, no se pueden ver las contrataciones y licitaciones que se llevan a cabo.

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