Christian SanzMendoza en foco

Avanza sobre ruedas el plan “zafen a Munives”(y todos se lo creen)

Mendoza, tierra del sol, el buen vino y la impunidad.

Roberto Munives se mandó varios pifies, no solo por lo del Aconcagua, y los amigos y los recursos y todo lo demás. Sino por las patinadas que venía acumulando a lo largo de su carrera. No solo él, su hijo también.

Ergo, su salida era un hecho inevitable, que iba a ocurrir más temprano o más tarde. Y ocurrió bien tarde, cuando ya hizo todos los estragos posibles.

Pero eso no es lo peor, sino que se va sin castigo alguno, como si nada hubiera pasado. Porque es bien cierto que la Inspección General de Seguridad (IGS) abrió un oportuno sumario para investigar todo lo ocurrido. Pero también es real que nada pasará finalmente.

Porque eso es lo acordó Munives para dejar su cargo: que nadie lo molestaría, más que para “apercibirlo” simbólicamente. Tal cual anticipó diario Mendoza Today desde un principio.

Y es lo que va ocurriendo: la IGS ya anticipó que no se usaron helicópteros de la Policía en la travesía del Aconcagua. El mismo organismo también eximió de responsabilidad al ministro de Seguridad, Raúl Levrino. En cinco minutos de investigación.

Al final de la indagación, solo habrá dos o tres “perejiles” que cargarán con la culpa de lo sucedido. Dos de esos nombres ya se anticiparon en este mismo diario: el comisario inspector Antonio Ibaceta y el jefe de la Patrulla de Rescate Ariel Astudillo. Que tienen algún tipo de responsabilidad, pero se harán cargo de todo.

El plan es brillante, y los medios lo siguen a pie juntillas. Un “acting” espectacular por parte de Marcelo Puertas —que utiliza un gesto adusto y todo— que hace creer que habrá un castigo ejemplar para el otrora jefe de la Policía.

Pero, como se dijo, no ocurrirá. Baste observar cómo todo se va dando tal y como viene anticipando este medio. Sin pifiar un ápice. Desde un primer momento inclusive, cuando se reveló todo aquello del Aconcagua.

Quien abrigue alguna duda, solo debe observar al propio Munives. Su tranquilidad es síntoma de que nada teme, porque nada le ocurrirá, apenas sí una multa de ocasión porque su mujer no tenía pase sanitario. Nada más.

Luego, el uso y abuso de recursos, y todo lo demás, nada de nada. Solo un “chas chas”, como se dijo desde el día uno.

Habrá alguno que otro que se escandalizará, y pondrá el grito en el cielo y todo. Pero luego todo volverá a la normalidad. Como siempre. Porque Mendoza es así.

La tierra del sol, el buen vino… y la impunidad absoluta.

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