Imperdible entrevista le hizo radio Nihuil a Ernesto Sanz este lunes, donde le sacó jugosas definiciones. La más importante: “Estoy indignado con Mendoza, con la dirigencia política de Mendoza, en general”.
Luego se meterá con Portezuelo: “Cómo se puede creer que la obra del siglo, la que durante todo el trámite de su planificación, licitación y lucha con la Nación para que mandara los fondos, nadie tenía objeciones, políticos, Justicia, todo el mundo y ahora que llega el momento de defenderla frente a arbitrariedades de ajenos a Mendoza, el debate es qué vamos a hacer con la plata de Portezuelo del Viento porque se cayó“.
“Me parece una fatla de respeto y un agravio más a Malargüe”, puntualizó ofuscado.
Y añadió: “Malargüe podría estar dándole de comer a toda Mendoza pero la desprotegimos con el tema de la minería cuando podríamos haber protegido el agua por un lado y liberarle a Malargüe la minería, que podría haber generado 20.000 puestos de trabajo”.
“Creo que Mendoza ha perdido la madurez institucional y en el debate público. Los problemas de la gente van por otro lado. Éste es el momento para defender una obra que va a generar mucho empleo y regalías y no veo a la dirigencia en ese caminio”, dijo respecto de la postura que han adoptado tanto el Gobierno de Mendoza como la oposición sobre Portezuelo.
El propio gobernador Rodolfo Suarez admitió que desde el Gobierno se analizan varios planes en caso de que la megaobra se caiga y, entiende Sanz, que no hay una “fortísima acción conjunta a favor de la obra”.
“Acá parecería que mientras más cerca del poder estás, más inconducente son tus acciones para defender los problemas de la gente”, dijo con crudeza, involucrando “a los de mi propio partido, de mi propia coalición” y comparando lo que sucede en Mendoza con lo que pasa en la Nación.
Incluso Sanz va más allá de Portezuelo. Lo que afirma el expresidente de la UCR es que lo que está en juego en estos momentos es la “dignidad provincial”.
“Dejamos pasar todo, Portezuelo, la reforma constitucional, la educativa, la minería, y mañana será otra cosa. Todo, porque no abordamos los temas con firmeza”, criticó con palos a la totalidad de la dirigencia política mendocina.
Sanz jura que no entiende cómo “la provincia de Mendoza tiene referentes de alto poder nacional pero al mismo tiempo no podemos influir en un Gobierno nacional en un laudo que no tiene argumento sólido y solo lo hará por politiquería”. “Me siento sorprendido”, dice.
Y avanza: “Debería haber un scrum de todos, de los que tienen ese peso nacional y de los que tienen peso provincial, de los empresarios, de los medios, no para luchar por una obra sino para ver de qué va a vivir Mendoza. Nos dejamos ganar la minería, el petróleo y ahora la obra pública, entonces, ¿cuál va a ser el horizonte de Mendoza?“.
Finalmente, sobre la falta de defensa de Portezuelo del Viento, agregó: “¿Cómo puede ser que los mismos que me nombras, cuando se pensó la obra, cuando se elaboró el pliego, cuando se licitó no dijeron nada y todas las objeciones vienen ahora?”.
