PortadaSociedad

💡 Diario La Nación pone el foco en Vila y Manzano por los cortes de luz en el AMBA

“Es posible que José Luis Manzano no tenga mayores problemas los días en que la electricidad desaparece y el calor hace lo suyo. Uno de los dueños de la distribuidora Edenor, el exdiputado justicialista mendocino, vive en Suiza con su familia desde hace un tiempo”. 

Así arranca una nota que publicó en las últimas horas diario La Nación y que pone el foco en los cortez de luz que agobian a los residentes de la Capital Federal y la provincia de Buenos Aires.

Diego Cabot, quien firma el artículo en cuestión, recuerda que uno de los socios de Manzano es Mauricio Filiberti, apodado el Rey del Cloro, 72 años, millonario, y “podría partir al lujo oriental de uno de los cruceros más impresionantes del mundo (porque) es dueño del Attila, un superyate de 64 metros que el dueño de Transclor tiene anclado en el Mediterráneo”.

También se ocupa de Daniel Vila: “El empresario dueño del grupo de medios América, es posible que no tenga más remedio que transpirar con 40 grados y si ventilador. Eso, si está en Buenos Aires y no en Mendoza, donde tiene una residencia en medio de las montañas”.

Como sea, La Nación explica lo obvio: “Como cada vez que el calor pega en el AMBA, Edenor y Edesur quedan en medio de las miradas. Es lógico, son los que operan la última parte del cable. Pero claro, más allá de su gestión, son víctimas de una política oficial, el congelamiento de tarifas, que ya está a punto de cumplir 20 años, interrumpida apenas por tres años de macrismo”.

No obstante, el matutino diferencia: “Mientras Edesur se mantiene en cabeza de los históricos dueños -están en el país con la empresa desde que licitaron la red en los 90-, los dueños de Edenor están recién llegados al mundo regulado”.

Cabot vuelve a explicar aquella operación que siempre abrigó suspicacias: “En diciembre de 2020, Manzano, Vila y Filiberti cerraron una operación que incluyó el traspaso de todas las acciones que estaban en manos de Pampa Energía, la empresa de Marcelo Mindlin, y que representan el 51% del capital social de Edenor. Las sociedades compradoras son Empresa de Energía del Cono Sur e Integra Capital, todas controladas por los tres socios”.

Y avanza: “Según se informó entonces a la bolsa porteña, la operación se cerró en US$100 millones, de los cuales US$60 millones fueron desembolsados en el momento del cierre de la venta y los restantes US$40 millones se financiaron en un plazo de un año”.

A continuación, llega la parte más jugosa: “Aquella operación se leyó en medio de un importante telón político. Sucede que ese negocio, como pocos, depende de cuánto es el cuadro tarifario que autorice el Gobierno. Al momento de comprarla, más allá del precio de saldo, los nuevos dueños sabían que no hay manera de hacer rentable el negocio si no hay aumento tarifario. Otra de las certezas es que tampoco hay dinero para las inversiones necesarias, menos aún en momentos donde la demanda se escapa, sobre todo, por el precio bajo”.

Casi al final de la nota llega la explicación: “Hay que detenerse en estas cifras: la deuda con Cammesa es de casi $33.000 millones y la compañía fue vendida en $2000 millones. Todo dicho, sólo se puede comprar una empresa en semejante estado si se tiene confianza en poder refinanciar la deuda. Y el acreedor es el Estado”.

Artículos Relacionados