De autorEliana ToroPortada

Consumir Pindonga y Cuchuflito ahora es un deber nacional

(Y las primeras marcas son traidoras a la patria).

Corría la mitad del 2019 cuando en ese entonces la ex presidenta, Cristina Fernández se refería despectivamente al fenómeno de las segundas marcas que crecieron por la caída del poder adquisitivo.

En ese momento, y en el marco de una de las pocas apariciones públicas de Cristina luego de la victoria de Mauricio Macri, ese fragmento del discurso se hizo viral, argumentando que, por una caída del salario, las primeras marcas estarían perdiendo terreno frente a segundas marcas, mencionadas por ella despectivamente como “La pindonga” o “El cuchuflito”.

Esta madrugada, y luego de que en el Boletín Oficial se hiciera pública la lista de marcas y productos que se plegaron a un nuevo congelamiento de precios, “Arcor” y “Marolio” comenzaron a ser tendencia en Twitter.

“Hagamos boicot a las marcas que no adhieren. No consumirlas aunque puedan pagarlas”, pedía una mujer en esa red social.

Y por en contrario, ahora piden consumir Marolio -segunda marca-, que sí aceptó congelar precios e incluso rebajarlos por orden del Gobierno nacional, al menos por tres meses.

Sí. Pindonga y Cuchuflito volvieron a ser aptas para el consumo. ¿A qué hora cierra Rapanui?

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