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Miembro de Federación Cuyana de Veteranos: “Todavía no puedo hablar con mis hijos lo que viví en Malvinas”

Oscar Flores, miembro de la Federación Cuyana de Veteranos de Malvinas, habló con Radio Regional en el marco del Día de la Afirmación de los Derechos Argentinos sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur (10 de junio). Fecha conmemora la designación del primer gobernador argentino en las Islas Malvinas en 1829.

Flores destacó que, aunque los veteranos están en una etapa avanzada de sus vidas, continúan luchando para recuperar los territorios y pasar la responsabilidad a las futuras generaciones.

“Los veteranos de Malvinas estamos en una etapa final de nuestras vidas, ya estamos grandes. En mi caso soy uno de los más chicos, estoy cerca de los 62 años, pero somos muy pocos lo que estamos quedando. Hay muchos que por cuestión de salud y de edad ya no los tenemos, y los pocos que quedamos seguimos en nuestro combate diario, que es llevar a cada rincón de la provincia algo tan importante como es el de recuperar nuestro territorio y apelamos a nuestras generaciones futuras que son quienes tienen que tomar la posta cuando nosotros ya no estemos”, remarcó el excombatiente.

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También relató su experiencia en la Guerra de Malvinas en 1982, cuando tenía 19 años y servía en el destructor Piedra Buena. Participó en operaciones contra la flota inglesa y en el rescate de sobrevivientes del crucero General Belgrano, que fue hundido por un submarino británico.

Yo tenía 19 años en 1982, el tiempo ya pasó y hoy tengo 61 años, estoy bien de salud y con trabajo gracias a Dios y siempre con una familia que acompaña. Estuve embarcado en un destructor de la flota de mar llamado Piedra Buena que un primero de Mayo teníamos que ir al sur de las Malvinas debido a que se había llevado a cabo el primer ataque al Puerto Argentino. También participamos del rescate de sobrevivientes del crucero”, contó.

Y agregó: “Es muy angustiante el tema de una guerra, tanto para el que está participando como el familiar que está al otro lado. En ese momento tenía 19 años, estaba saliendo de la adolescencia y sé que mis padres y hermanos sufrieron mucho. Hasta que ellos no me vieron llegar a casa y darme un abrazo no tuvieron la tranquilidad que yo estaba bien. Yo todavía no puedo hablar con mis hijos lo que viví en las Malvinas”.

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El veterano expresó que, aunque la guerra no es una solución, el objetivo de recuperar las islas permanece. También reflexionó sobre el impacto emocional de la guerra en los soldados y sus familias, y la importancia del reconocimiento y el cariño del pueblo argentino como su mayor premio.

Nuestro vuelta no fue como esperábamos, sentíamos mucha vergüenza por lo que había pasado. Hay provincias que se preocupan más por el veterano, pero es lo de menos para nosotros, el premio que más nos importa es la gente, el cariño eso a nosotros nos reconforta y nos llena de orgullo”, consideró el héroe.

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