Dudas y una trama de película en el caso de la mujer policía que mató a un supuesto ladrón en Las Heras

La uniformada lo confundió con un delincuente y lo mató, pero el intento de cubrir su propio error la expuso.

Christian Sanz
Christian Sanz

El pasado 21 de mayo, las redacciones de los diarios recibieron un parte del Ministerio de Seguridad detallando que una mujer policía había abatido a un presunto asaltante mientras se encontraba sobre calle San Martín de Las Heras.

En el reporte de marras se aseguraba que la efectivo pasaba por una parada de colectivos cuando fue abordada por un malviviente que intentó robarle. Acto seguido, la mujer tomó su arma reglamentaria y lo abatió.

El supuesto ladrón, Juan Ariel Azcurra, de 31 años, recibió un disparo en la zona del tórax y quedó sin vida entre dos árboles, sobre un puente.

Sin que nadie se lo preguntara, la ministra de Seguridad Mercedes Rus, salió a defender a la policía asegurando que  lo que había hecho “fue en legítima defensa”.

Incluso medios como diario El Sol se apresuraron a destapar los “antecedentes” del presunto malviviente. Quien firma aquella nota es el periodista que usualmente opera para la cartera de Seguridad.

Ello despertó las usuales sospechas del caso, que aparenta una trama totalmente diferente de la que se ha revelado hasta ahora. Según testigos del caso que están por presentarse en la causa, el joven fue llevado a un baldío, allí le ataron las manos y, acto seguido, habría sido rematado por la uniformada, quien lo confundió con otra persona.

La cronología indica que, minutos antes de que se desatara el hecho de sangre, la policía sufrió un intento de robo por parte de un delincuente al que le dicen El Polaco. Luego, al regresar por el mismo camino, la efectivo se cruzó con Azcurra, a quien habría confundido con aquel que quiso asaltarla.

No sólo hay testigos que dan fe de lo sucedido, sino también cámaras de seguridad. Algunas de ellas se habrían perdido por la pereza de los policías ante el pedido de la fiscal del caso, Andrea Lazo. Pero otras imágenes persisten.

Allí puede verse al abatido Azcurra cruzándose con tres sujetos que parecerían intentar robarle mientras él camina por calle Ameghino hacia el Este. Poco antes de ser acribillado a balazos.

Su familia ostenta severas sospechas por lo sucedido, sobre todo porque la información que empieza a revelarse difiere de la que se hizo trascender oficialmente. Por lo pronto, los expertos hablan de disparos en el cuello y tórax, las muñecas atadas y un golpe en la cabeza.

En diálogo con Diario Mendoza Today, la familia dio a conocer sus suspicacias. “Al pibe todo indica que lo ejecutaron, hay elementos. Si bien nos ha demorado la investigación la Fiscalía, igualmente tenemos prueba adicional”.

Si las sospechas se confirman, la ministra Rus tendrá un nuevo dolor de cabeza, no sólo por el hecho en sí, que afecta a la policía de Mendoza, sino por su férrea defensa a la uniformada, demasiado apresurada.

“Ha estado Investigaciones recabando y reconstruyendo cómo fue el suceso. En ese sentido se detectó un arma tumbera en el lugar, que ya fue secuestrada. Esto da cuenta de una amenaza de parte del agresor fallecido. La verdad que nosotros vemos una situación clara de legítima defensa”, dijo la titular de la cartera de Seguridad pocas horas después de ocurrido el luctuoso hecho.

Una conocida frase del saber popular sostiene que “uno es dueño de sus silencios y preso de sus palabras”. Y otra es aún más brutal: “El pez por la boca muere”.

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