Votaron a favor

Generalmente quienes hacen un trabajo esperan recibir a cambio una retribución económica por ello. Esta retribución surge de un acuerdo de partes, de convenios colectivos, por las condiciones que se establezcan o por otras razones.

Debe ser tentador decidir uno mismo cuanto cobrar por su trabajo. La valoración que uno hace del mismo siempre es superior. Mi trabajo vale mucho y por lo tanto debo ganar bien.

Más o menos esto debe haber pasado por la mente de los señores/señoras Senadores de la Nación. Así se decidió aumentarse sus honorarios de $1,7 millones a $6 millones en bruto.

Algunos Senadores, después de conocida la noticia, salieron a despegarse del asunto. Con nulos argumentos y en silecio o hablando estupideces. Pero ya era tarde.

Cuando se vota a mano alzada, como se hizo en esta oportunidad, el rechazo a la iniciativa debe hacerse a viva voz, y si se decide abstenerse se debe pedir permiso a la autoridad de la Cámara de Senadores antes de la seción.

Por ello TODOS VOTARON A FAVOR. Es difícil buscar una justificación para tamaño aumento autoconcedido. El trabajo legislativo no repercute en prácticamente nada en la vida de los ciudadanos.

Entre los 3 Senadores Nacionales hay en función 45 asesores:  Fernández Sagasti tiene un staf de 22 asesores, Mariana Juri cuenta con 17 y Rodolfo Suarez con 6.

En un contexto de crisis tanto social como económica pensar en aumentarse su sueldo de esa manera resulta ser una acción muy cuestionada por el resto de la sociedad.La representación política es una tarea harto complicada, debe armonizar intereses diversos de una sociedad, buscar con sus decisiones un equilibrio más o menos justo.

Los representantes hacen por el pueblo lo que este no puede hacer por sí mismo. Ojala entiendan cuál es su trabajo y después hablar de cuanto deben ganar