Investigación

Los grandes medios, el temor a Sergio Massa y una peligrosa trama que vuelve a repetirse

Por Christian Sanz, director periodístico de Diario Mendoza Today.

La sorprendente viralización que tuvo hace unos meses mi hilo de Twitter sobre la denuncia que hice contra Sergio Massa por enriquecimiento, lavado de dinero y otros ilícitos, ha sido inversamente proporcional al desinterés que mostraron los grandes medios sobre aquella misma información.

Nótese que habló de los “medios” y no de los “periodistas”, porque los colegas me llamaron en legión apenas supieron que la presentación había sido receptada por el juez Federal Julián Ercolini. Sin embargo, al rato me confesaron que no los dejaban publicar nada de nada contra el flamante ministro de Economía. 

Entretanto, en redes sociales la publicación logró más de 3.500 retuits y 5.700 “me gusta”. Y cientos y cientos de comentarios. Una enormidad.

Hubo algunas excepciones, porque siempre las hay, de colegas como Carlos Eguía, Gustavo Mura, y otros, que me dieron espacio a través de sus micrófonos. También Ari Paluch, que me permitió explayarme al respecto en el espacio que tengo en su programa radial todos los viernes. Pero no más que eso.

Lo sucedido me recordó a lo vivido con Amado Boudou, a quien denuncié en febrero de 2012, también por enriquecimiento ilícito. No fue sencillo: el entonces vicepresidente era poderoso y contaba con la protección de Cristina Kirchner, quien ocupaba el sillón de Rivadavia.

En esos días, la denuncia cayó en el juzgado de Ariel Lijo, quien decidió imputar a Boudou y, cinco años más tarde, lo metió preso. Cuando ello ocurrió, en 2017, los medios sí le dieron cobertura a la noticia y me llamaron uno tras otro para entrevistarme.

Mientras tanto, hasta que llegó ese momento, fui acosado por el kirchnerismo, con escraches en “678”, Duro de domar, y otros programas “filo K”. En aquellos días, la gran prensa decidió hacer mutis por el foro. Como siempre.

Porque, hay que decirlo, los grandes medios se han vuelto empresas que solo buscan facturar dinero, olvidando la premisa fundamental del periodismo, que es informar.

Entonces, ciertas cuestiones se vuelven “temas tabú” y lo que históricamente fue noticia ya no es noticia, porque complica a los tipos que ponen la “tarasca”. Que son siempre los mismos.

“Buscá grandes investigaciones contra Massa en Google y te vas a sorprender”, me dijo un colega del grupo Clarín esta semana. Y me asombró, porque tenía razón. Busqué durante horas y horas, y no hay nada, salvo pelotudeces, viejos videos que contradicen su discurso de hoy. Solo eso.

Entonces, frente a esa realidad, uno está solo contra el mundo. Y en riesgo. Porque, ¿qué pasaría si mañana al kirchnerismo se le ocurriera que mi denuncia contra Massa es peligrosa para sus intereses? Mejor no imaginarlo.

Ciertamente, esa amenaza latente se desvanecería por completo si los grandes medios acompañaran la patriada, porque la unión siempre hace la fuerza.

Pero ello no sucederá porque, como se dijo, el periodismo se ha vuelto una máquina de facturar, y de callar respecto del que paga. Pero el periodismo es otra cosa, y la sociedad lo sabe. Y empieza a buscar otras vías para informarse, como las redes sociales.

Porque, como suelo decir, la gente mastica vidrio, sí, pero jamás lo traga.

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