Nicolás SanzPortada

Acerca del derrotero de Green SA, la firma mendocina que se quedó con millones del Gobierno porteño

La mencionada firma, para entrar en detalle, fue la primera en encargarse de la renovación de la ruta San Juan-Mendoza sobre la Ruta 40 Sur, algo que debió dejar incompleto en 2020 cuando entró en concurso preventivo de acreedores.

Nicolás Sanz
Nicolás Sanz

Green SA es una empresa que vio la luz en Guaymallén en 1991, extendiéndose más adelante a San Luis y Buenos Aires, y que terminó con un derrotero escandaloso. Se trata de una constructora que ganó licitaciones, cobró dinero del Estado y dejó obras sin terminar.

La mencionada firma, para entrar en detalle, fue la primera en encargarse de la renovación de la ruta San Juan-Mendoza sobre la Ruta 40 Sur, algo que debió dejar incompleto en 2020 cuando entró en concurso preventivo de acreedores.

Esto último no impidió que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires le regalara un millonario contrato por 100 millones de pesos en 2019, para la construcción de un tramo del Paseo del Bajo, ello a pesar de que desde principios de ese año se había instalado la idea de que Green SA ya estaba en quiebra.

No fue la única obra que realizó con el Gobierno porteño. Tras ello, se le adjudicó, en conjunto con la firma Rottio, el viaducto San Martín dedicado para la homónima línea de tren, pero la obra quedó incompleta a punto tal que en dos estaciones (Villa Crespo y Paternal), en un principio no se podía descender del andén porque daba a un precipicio.

Lo que llama la atención es que la obra se inició en 2019, en medio de lo que sería la previa a la campaña electoral. La UTE Green-Rottio cobró el anticipo de obra, luego pidieron un aumento presupuestario (que les fue otorgado) y finalmente la construcción quedó inconclusa.

Lo cierto es que por este hecho, Green-Rottio dejó una deuda superior a los $500 millones con diversos proveedores, ello a pesar de que la gestión porteña ya le había pagado.

En total, se estima que la firma protagonista de este artículo recibió casi 300 millones de dólares por contratos firmados con la Ciudad de Buenos Aires sin darle la debida importancia a su mal desempeño como empresa constructora.

Pero quién está detrás de Green SA

Todo lo que venga de Mendoza huele a Orly”, dijo un importante funcionario macrista en diálogo con el medio Minuto de Cierre en referencia a Orly Terranova, aquel que intentó sin éxito quedarse con C5N.

Se trata de un hombre que estuvo bajo la lupa de la justicia en más de una oportunidad, la más relevante a nivel nacional refiere al intento por quedarse con medios de Cristóbal López y Fabián de Souza, dueños del Grupo Indalo

En fin, lo más llamativo de Green SA aparece al observar el listado de accionistas, entre ellos aparecen Carlos Arroyo y Carlos Román, quienes habían quedado procesados en una causa derivada a la de los Cuadernos de Centeno o Cuadernos de la Corrupción.

Ello solo complicó las cosas para la empresa, puesto que este traspié judicial provocó que se acotara considerablemente el acceso a crédito.

No es aislada la mención que se hace de esta empresa en el mencionado expediente, ya que fue nombrada en 26 ocasiones por actos de cohecho activo y asociación ilícita.

El financista k Ernesto Clarens en una de sus declaraciones identificó a Román como uno de los hombres que le acercaban dinero en efectivo que correspondían al pago de coimas para que el gobierno kirchnerista que adjudicara obras.

No fue el único. Lázaro Báez pidió también en su declaración frente a la Justicia que investigue un entramado de corrupción en el que estarían involucradas Green y la empresa Rovellio Carranza, dos de las más beneficiadas durante la década gobernada por el kirchnerismo.

Lo curioso es, no solo que la página web de Green SA continúa funcionando, sino que en la cuenta empresarial de la red social Linkedin hay 127 personas que figuran como empleados de la firma.

Carlos Arroyo junto a Rodolfo Suarez y Alfredo Cornejo / foto: Diario Uno

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