Sres. Diario Mendoza Today:
Todavía es común escuchar a muchos políticos y muchos economistas hablar del “gasto previsional”, como que el gobierno nacional, sea del signo que sea debe preparar una partida para abonar jubilaciones y pensiones; muchas veces esos comentarios suenan muy despectivos puesto que se olvidan que cada vez que un trabajador comenzaba su parte activa se generaba un contrato entre él y el estado mediante la ley jubilatoria correspondiente.
Analizo aquí la situación de quienes aportaron durante treinta años o más al sistema jubilatorio; puntualmente todos los meses ingresaban dinero contante y sonante mediante el aporte respectivo a las cajas previsionales y era obligación de los gobiernos que conducían al estado protegerlos e invertirlos para que esos dividendos mejoraran cada vez más los montos de jubilaciones y pensiones. A su vez es el estado quien debía procurar tener a todos los trabajadores activos “registrados” y no tener la cantidad de informales (no aportantes) situación que se tornó crónica llegando hoy a estar en un 40 % de informalidad y eso fue y es responsabilidad de las autoridades económicas y laborales que fueron incapaces de hacerlo; también los gremios tienen gran parte de la culpa del”empleo en negro”.
La relación de 4 aportantes activos por cada jubilado se perdió, llegando en la actualidad a ser 1,3 por cada uno.
Es una vergüenza ver que todos los años deben sacar “cuentitas” para pagarles a los pasivos y así y todo el haber jubilatorio pierde constantemente por mal manejo de la economía y por la avaricia de partidas que muchos políticos, cuando llegan al poder, disponen como si fueran propias.
Es insultante para la clase pasiva ver el despilfarro contínuo que se hace desde la política. Mientras lo previsional se ajusta contínuamente las campañas proselitistas, casi contínuas, que se hacen en el país devoran recursos sin detenerse. Por ejemplo, en 2021 hubo elecciones de medio término donde los gastos para actos proselitistas eran cosa diaria, con todo lo que significa, escenarios, sonido, sillas, afiches, etc, etc. y eso continuó, prácticamente en el 2022 y hasta las presidenciales del 2023; gastos y más gastos evitables.
Tambien vimos que el gobierno nacional dirigía partidas discrecionales y sin fiscalizar a provincias y municipios que nunca rindieron cuenta, se habla de montos increíbles que se fueron en corrupción o en intermediarios que hicieron flaquear las cuentas del estado y..¿cuál fue el fusible? Los jubilados y pensionados.
Se acható la pirámide previsional haciendo que una mayoría absoluta no pasara del umbral de pobreza. Y todo porque oficialismos y oposición, en todas estas décadas actuaron con absoluta irresponsabilidad, unos por el despilfarro y otros por no fiscalizar las cuentas públicas.
La franja de jubilaciones que más cobran están sujetas a un tope máximo de haber de bolsillo, alcanzado ello se le descuenta lo que lo supera bajo algo que se denomina “tope por acumulación”; a tal punto llega lo injusto del sistema que si la persona jubilada ejerció cargos de cierta relevancia provenientes de la política cobra 100 veces el monto de la mínima sin topes de ninguna naturaleza.
Es hora que se respete a los mayores otorgándoles un haber digno por todo lo que aportaron durante más de treinta años y que no sean considerados “una carga” debido al esfuerzo de cumplir con un sistema que debería ser solidario y que se lo desvirtuó durante tantos años.
El último tramo de la vida debe ser sin sosobra ni penurias y eso se logra dándole al jubilado y pensionado lo que se merece por derecho propio, principalmente, respeto. Enrique Mario Barrera (jubilado)
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