Emprendedores

Crearon un alfajor vegano mendocino que tiene 10.000 ventas al año y tendrá su propia cafetería

Si bien en la provincia de Mendoza abundan los negocios familiares, pocos se dedican a fomentar la alimentación consciente y saludable, y entre ellos sobresale Datil Gusto.

Este emprendimiento, fundado por Patricia, Marcela y Natalia Palermo, surge de una búsqueda personal orientada a mejorar la calidad de vida a través de la alimentación consciente y la conexión con la naturaleza.

Datil Gusto tiene su sede en Sumampa, un complejo de cabañas situado en la zona pedemontana de Cacheuta (Luján), frente al Rincón Suizo.

Las tres hermanas, como profesionales dedicadas al cuidado de la salud y el bienestar, vieron en Datil Gusto una oportunidad de dar forma a esta búsqueda personal y ofrecer al mundo un producto auténtico y saludable, como son los alfajores que producen.

La empresa produce y vende alrededor de 10.000 unidades al año, distribuyendolas en ferias, a mayoristas y a clientes particulares, cuenta Ecocuyo.

Patricia, médica de familia, ha practicado la medicina desde una perspectiva de salud integral, demostrando que ciertas enfermedades genéticas pueden abordarse mediante hábitos saludables. Natalia, licenciada en Gestión Ambiental, cree que los hábitos saludables están en sintonía con la Tierra. Y Marcela, notaria pública, aporta su experiencia legal en diversas situaciones y también demuestra un talento excepcional en la cocina, con un paladar infalible.

El concepto de este emprendimiento va más allá de simplemente ofrecer un producto alimenticio. Es un llamado a reflexionar sobre los hábitos diarios, las elecciones alimentarias y su impacto en la salud física, mental y emocional.

El lema del proyecto, “cocina altruista”, resume la esencia de su filosofía empresarial. Cada producto de Datil Gusto pasa por un meticuloso proceso de selección de ingredientes, libre de conservantes, aditivos, azúcares y saborizantes. Además, su enfoque sostenible se refleja en la baja huella de carbono de sus productos, evitando ingredientes como la soja y los derivados animales.

El proceso de elaboración de los productos de Datil Gusto es un testimonio de su compromiso con la calidad y la autenticidad. Desde la selección de materias primas hasta el empaquetado final, cada etapa se realiza con meticulosidad y atención al detalle. Las harinas nobles, como la de garbanzo, se muelen cuidadosamente para evitar la contaminación cruzada con gluten. La pasta de dátiles se elabora sin aditivos ni conservantes, reflejando la pureza y frescura de la naturaleza.

El alfajor se eligió como símbolo del proyecto porque, además de ser emblemático de Argentina, representa una opción para satisfacer la ansiedad por consumir harinas refinadas y azúcares, sin dañar el cuerpo ni el entorno.

La respuesta del mercado a los productos de Datil Gusto ha sido muy positiva, con una creciente demanda de consumidores conscientes y preocupados por su bienestar. En la actualidad, los mendocinos pueden adquirir estos deliciosos alfajores en cafeterías selectas y en ferias locales.

Mirando hacia el futuro, las hermanas Palermo tienen planes de crecimiento y expansión para Datil Gusto. Pronto inaugurarán una cafetería junto a su fábrica de alfajores en la montaña, donde también funciona un complejo de cabañas.

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