Los incendios forestales que azotan la región central de Valparaíso, en Chile, desde el viernes no cesan y ya dejaron un saldo trágico de 99 muertos hasta el momento, según informaron las autoridades chilenas. Esto llevó a que el presidente Gabriel Boric declare estado de excepción por catástrofe.
Entre medio de la urgencia, Romina, una mujer mendocina se mudó con su familia- su marido y tres hijos- hace cinco años a Chile en búsqueda de una vida mejor, pero desde que iniciaron los incendios a pocos kilómetros de su casa, asegura que no duerme.
“Estoy a quince kilómetros y si bien es lejos, el fuego en cuestión de segundos arrasa con todo”, expresó preocupada Romina a diario Río Negro.
Además aportó que coinciden en que los incendios son intencionales. «Sumado a eso, el viento provocó que se fuera a la ciudad y se descontroló todo», indicó.
“Yo tengo amigos argentinos que en cuestión de cinco minutos les entró el fuego por el piso y les destruyó todo. Con esa rapidez se quemaban las casas”, señaló.
“Ayer anduvimos ayudando a limpiar, a sacar escombro, había autos tirados en la ruta prendidos fuego, si esto fuese una película de terror no sería tan fuerte”, dijo. Además, contó que todavía hay gente bajo los escombros porque se “cayeron edificios enteros”.
“Nosotros tenemos a mi sobrino que perdió la casa, mi ahijada bebé de 5 meses aspiró mucho humo y se desmayó. Salieron con lo que tenían puesto. Tratamos de salvar algo, pero fue muy rápido y perdieron todo”, expresó angustiada.
Además aseguró que si bien los incendios comenzaron a 20 kilómetros de los barrios, hay hipótesis que analizan que hubo incendios intencionales más cercanos a las casas. «Entre ayer y antes de ayer agarraron a cinco personas que intentaron hacer fuego. A pesar de lo que se está sufriendo siguen haciendo daño”, explicó.
La mujer además indicó que desde hace días hay casas que no tienen agua y que se ayudan entre vecinos.
“Yo me mudé porque la situación económica en Argentina nos empezó a ajustar un poco y a mi marido le ofrecieron trabajo así que decidimos venirnos y nos ha ido muy bien”, señaló.
Pero, la situación de los incendios preocupan a la familia que ya ha padecido situaciones similares. “En el 2022 también se quemaron bosques en Viña del Mar. Siempre estamos alerta de que pueda pasar algo, siempre mojamos los techos y paredes porque son de madera. Además, por los cerros y los temblores se hacen casas livianas, entonces vivimos preocupados”, explicó.
“Esa misma noche que arrancó el incendio hubo un temblor, estábamos sentados con una vela y tembló todo. Hoy estamos viviendo en un país bastante complejo”, dijo Romina.
“Tenemos amigos argentinos que perdieron todo, ellos y sus familiares. Tenemos botellas de agua en la puerta de casa con valijas por si tenemos que salir rápido. Hace días dormimos con un ojo abierto”, concluyó.
