Christian SanzMendoza en foco

Denunció un búnker narco en Godoy Cruz, balearon su casa y el Gobierno de Mendoza no la protegió

Por Christian Sanz, director periodístico de Diario Mendoza Today.

La mujer dudó un largo rato. Meditó acerca de los “pro” y los “contra” de hacer lo que estaba a punto de hacer. Y avanzó finalmente. Sin detenerse en un punto clave: se estaba por jugar la vida.

Se metió en un búnker narco de Campo Pappa y registró a un grupo de jóvenes fraccionando cocaína para luego venderla.

Pesaban en su conciencia las quejas de los vecinos, hartos de que sus hijos se metieran en la droga, cada vez a más temprana edad. Y los feroces tiroteos, permanentes, entre bandas. Y el crecimiento del delito. Y todo lo demás.

Por eso hizo lo que hizo, sin dudarlo. Documentó el momento exacto en el cual los narcos hacen su trabajo, siempre ilegal. Y mortal.

Cuando terminó de filmar, entregó el material a un policía al que conocía. Y el uniformado, a su vez, hizo un informe a sus superiores, aconsejando actuar en consecuencia.

Los días pasaron y nada sucedió. El policía se sintió frustrado y decidió viralizar el video en cuestión. Ello provocó la furia de los malvivientes, que decidieron cobrar venganza y fueron a tirotear su vivienda. En Campo Pappa, como se dijo. Sucedió durante la noche de este viernes, con una impunidad que aún aturde.

Apenas enterado, decidí pedir ayuda al jefe de la Policía de Mendoza, Marcelo Calipo. “Hola, soy Christian Sanz, periodista. Necesito urgente que vayan policías a las calles ………. de Campo Pappa. Allí están tiroteando la casa de una mujer que denunció un bunker narco. La van a matar si no hacen algo”, le dije.

Un mensaje casi calcado le envié a la ministra de Seguridad de Mendoza, Mercedes Rus. Incluso apelé al ex jefe policial Roberto Munives. Ninguno jamás respondió. Nunca.

Con una incipiente cuota de frustración, decidí llamar al 911 para denunciar lo mismo. El operador me sorprendió de entrada al decirme que el cruce de las calles que yo mencionaba no existía.

“Conozco la zona, sí existe, si me pasás un Whatsapp te envío las coordenadas por Google Maps”, le dije. La respuesta me dejó perplejo: “No tenemos Whatsapp para que nos manden nada”.

Frente a semejante comentario quedé mudo. ¿No podía el operador darme su propio número de teléfono frente a la gravedad de lo mencionado?

La policía nunca llegó, y la valiente mujer que decidió denunciar a los narcos salvó su vida de casualidad. El frente de su vivienda quedó lleno de balazos que bien podrían haber impactado en su cuerpo o en el de alguno de sus familiares.

Decidí contarlo porque su vida sigue en peligro. Y porque es una postal de lo que hacen los funcionarios mendocinos frente la inseguridad que recrudece en Mendoza en los últimos tiempos.

Teléfono para Alfredo Cornejo, dondequiera que esté… Con la mejor de las ondas.

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