🤔 ¿Por qué ningún referente del cornejismo le quiere conceder entrevistas a Diario Mendoza Today?

Cada tanto, nos gusta hacer entrevistas. Como a todo medio de comunicación. Porque es un género periodístico que permite conocer de primera mano qué piensa tal o cual persona. 

Por eso, varias veces al mes reporteamos a los principales referentes de la política y la economía mendocina. Principalmente a los identificados con el peronismo, La Unión Mendocina y el Partido Verde. Con el radicalismo no tenemos suerte. Nunca.

Lo hemos intentado infinidad de veces: entrevistar a Alfredo Cornejo, o a Rodolfo Suarez, o a cualquiera de los ministros y/o secretarios que les reportan. Pero nada de nada. Ninguno se anima a ser entrevistado por Diario Mendoza Today.

El por qué es obvio: jamás les preguntaríamos algo complaciente. Todo lo contrario. Los pondríamos contra las cuerdas, Con diversos desaguisados que los complican y no pueden explicar.

Es lo que jamás hacen los grandes medios, por diversas razones: primero, por la millonaria pauta que cobran, cuya contraprestación es la de no molestar al poder de turno. Segundo, porque sencillamente no se animan.

Por caso, ¿cuántos de los que entrevistaron a Cornejo en las últimas semanas se animaron a preguntarle acerca de los escandalosos audios que denotan la presión del Poder Ejecutivo a la Justicia? La respuesta es obvia: ninguno. Ni uno solito.

De más está decir que nosotros sí lo hubiéramos hecho. No solo le preguntaríamos acerca de este tópico puntual, sino también respecto de muchos otros actos de corrupción del “modelo Mendoza”. Pero, como se dijo, ello no ocurrirá.

Y es una pena, porque solo buscamos hacer periodismo. Nada más que eso. Un oficio que muy bien definió Horacio Verbitsky unos años antes de volverse kirchnerista.

“Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo, lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal en la herida y poner piedras en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa, que del lado bueno se encarga la oficina de prensa”.

Más claro, echarle agua.