Christian SanzPortada

Un fin de año intenso, cargado de periodismo en una provincia donde no existe el periodismo

Por Christian Sanz, director periodístico de Diario Mendoza Today.

Y llegamos al 31 de diciembre nomás… con este proyecto que arrancó en mayo de 2021 y creció hasta convertirse en un verdadero monstruo informativo.

Que se abrió camino a los codazos, a fuerza de hacer buen periodismo en una provincia donde, salvo honrosas excepciones —que por suerte las hay— no existe la prensa independiente.

En tal contexto, nos tocó destapar ollas incómodas y revelar cuestiones que otros no se animaron a contar, siquiera por elevación. Pegando a unos y otros por igual.

Siempre pensando en el interés de los mendocinos, para que puedan tomar sus decisiones de manera correcta y precisa.

Es lo que venía faltando en la provincia, donde los medios son manejados por empresarios, no por periodistas. Y aquellos carecen del conocimiento que conlleva la lógica de la información.

De hecho, al ser empresarios, creen que la información es un bien que se puede comercializar. Y ese error los lleva a hacer los desastres que hacen. Publicando como información cuestiones que solo les atañen a ellos mismos (publicidad burguesa).

Y omitiendo contar lo verdaderamente relevante, lo que pasa en el corazón del poder. Que es lo que precisan los ciudadanos para saber cómo proceder, no solo en su vida diaria, sino también a la hora de emitir su voto.

Tal el daño que los medios de Mendoza hacen cada día, desinformando a su población. Siempre pensando en recaudar en lugar de informar. Y sin importar qué se debe dar a cambio.

Este diario nació para cambiar esa lógica, que muchas veces es perversa, porque la prensa mendocina solo sabe denunciar a modo de extorsión, para luego negociar la pauta oficial, ya sea con el gobierno provincial, ya sea con los municipios.

A la hora de buscar publicidad, Mendoza Today jamás ha levantado un solo teléfono, ni de las municipalidades ni de Casa de Gobierno de Mendoza. Por el contrario, fueron los propios mandatarios comunales e incluso el Ejecutivo provincial, los que se comunicaron con esta redacción para ofrecer la oportuna pauta.

A todos se les dijo que sí, que se les aceptaba el convite —sin dinero, no hay diario—, pero sin condicionamientos a cambio. El resultado puede verse en nuestra home: pocos toleran tal independencia.

A esos pocos, de todas maneras, hay que destacarlos. Y también el gobierno de la provincia de Mendoza, que decidió arrancar 2024 haciendo su aporte dinerario (una digresión importante: también tenemos buenos anunciantes privados).

Se insiste —y se agradece, de paso—: nada han pedido a cambio.

Es auspicioso y debe destacarse. Porque es un hecho pocas veces visto. Y es lo que corresponde. Porque lo que se premia es la buena información finalmente.

En fin, vayan estas líneas para destacar el gran año que resultó para nosotros. Y enaltecer al “enorme” equipo que cada día deja lo mejor de sí para hacer un producto de calidad.

Ciertamente, lo de “enorme” es una cabal ironía, porque somos cinco gatos locos deslomándose 7×24, pero con muchas ganas de hacer buen periodismo, porque amamos hacerlo.

Dicho sea de paso, alguna vez, antes de ser cooptado por los K, el trabajo de la prensa fue definido por Horacio Verbitsky con una precisión de cirujano: “Periodismo es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo, lo más equitativa y documentadamente posible. Criticar todo y a todos. Echar sal en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa, que del lado bueno se encarga la oficina de prensa, de la neutralidad los suizos, del justo medio los filósofos y de la justicia los jueces”.

Se ve que muchos lo olvidaron… Nosotros no.

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