Una buena: una mendocina de 3 años podrá tratar sus convulsiones luego de que su obra social quiso desentenderse
Se trata de Sol, una pequeña niña que padece de parálisis cerebral y epilepsia refractaria. Sancor Salud no quiso hacerse cargo del tratamiento pero la presión en las redes sociales generó un efecto positivo.
Sol es una niña mendocina de apenas 3 años que padece de parálisis cerebral y epilepsia refractaria. Hace tiempo su familia viene luchando porque la obra social que tienen, Sancor Salud, se negaba a continuar pagando el tratamiento.
El mismo hacía que los episodios de epilepsia se redujeran en un 70% y un desesperado pedido a través de redes sociales logró que se viralizara el caso y la obra social no tuvo más remedio que hacerse cargo de la situación.
El hecho de que tenga parálisis cerebral y epilepsia refractaria significa que la medicación no le hace efecto. Por tanto, los médicos que la atienden le dieron un tratamiento que reduce las crisis mediante una dieta cetogénica, publicó Vía País.
Roció Salinas, madre de Sol, contó que la menor no camina y recibe 8 terapias semanales: “convulsionaba 30 veces en el día, con 17 espasmos; es decir que convulsionaba todo el día. Y con este tratamiento pudimos disminuirlo casi a un 70%. Sol estaba teniendo una mejor calidad de vida”, aseguró la mujer.
La lucha por conseguir que Sancor Salud se haga cargo del padecimiento de la niña comenzó a través de redes sociales con un video publicado por el periodista Matías Pascualetti, el cual tuvo una gran repercusión y llegaron comentarios diversos de gente indignada por la situación, incluso de algunos que dicen ser afiliados y que también tuvieron que soportar el abandono de la obra social.
Por suerte la familia comunicó que Sancor Salud “envió las autorizaciones de los tres meses que se adeudaban (julio agosto y septiembre) y esperamos no tener problemas con los meses que faltan (octubre, noviembre y diciembre) y con todo el tiempo que Sol necesite seguir con su tratamiento para su epilepsia”.
Dieta Cetogénica
El tratamiento indicado por los médicos para la menor se basa en la alimentación con un alto contenido de grasa, pocos hidratos de carbono y proteínas solo suficientes para que la niña continúe con su crecimiento. Esta dieta reduce, y en algunos casos detiene, las convulsiones.
Su nombre proviene de la creación de cetonas, que se generan cuando el cuerpo utiliza a la grasa como principal fuente de energía. La misma debe ser seguida y controlada por un médico para corroborar que el paciente reciba los nutrientes necesarios.
