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En primera persona: el calvario de ser detenido por la policía de Mendoza por intentar ayudar, y la inutilidad posterior de la IGS

Por Néstor Bethencourt, especial para Diario Mendoza Today.

El 2 de agosto próximo pasado me detuvieron por ayudar a un ciudadano que había sido asaltado, y luego obtener algunas imágenes sobre el hecho, ya hemos escrito al respecto más de lo que me hubiera gustado mostrar solo por una cuestión de pudor de haber vivido tal situación por la nada misma.

Gracias a Dios me sucedió a mí y no a cualquier otro mortal ya que mi condición de ciudadano primero, y a la vez periodista muestra que, en Mendoza hay policías sin equipamiento, con sueldos miserables, maltratados, con una conducción politizada que nos perjudica a todos, sin preparación, y poca formación, si es que la tienen, amén de entrenamiento escaso.

Pero también unos pocos los hay corruptos, y como sucedió en mi caso, un ser extremadamente violento, inculto, no preparado y exagerado en su accionar. Quienes me detuvieron sin causa alguna, privándome de mi libertad, e incomunicado durante horas, nunca dieron una explicación.

Desde lo administrativo, firmé actas de toma de mis posesiones a resguardo sin causa de detención, así como firmé mi liberación de la misma forma.

En ese momento, intervino de inmediato la Inspección General de Seguridad IGS de oficio, igualmente que al día siguiente y en forma presencial realicé y completé la denuncia ante ese organismo in situ.

Lo sorprendente del caso es que según el medio donde trabajo, hasta el jefe policial Raúl Levrino, tanto como Marcelo Puertas, este último Director Presidente del IGS se solidarizaban con mi persona, Puertas me lo dijo personalmente, después nadie más y, lo que parecía o intuía algo de tinte político quedó descartado de inmediato. Solo fue el mal accionar de un policía lo cual increíblemente sigue en funciones.

Tomé el tiempo prudencial de 50 días de no hablar del tema, ni que se hable del tema en el diario, no quería que algo de mi parte condicionara o provocara algún tipo de presión hacia nadie, jugar limpio se dice, utópico me llamo, boludo resulto.

Hoy el presente es indignante, la IGS aún no tomó medidas preventivas ante el atropello recibido, sigue en investigación, recordando que sobre la cabeza de los presentes en el lugar de los sucesos ocurridos hay un domo policial, más que suficiente para determinar no solo los acontecimientos, sino el accionar de todos los protagonistas, sumando el aporte de testimonios y pruebas fílmicas y fotográficas de mi parte.

Por mucho menos no solo se han abierto sumarios, también se han exonerado agentes, pero aquí si me detengo un poco, porque ya a esta altura si puedo sentir que la política metió la cola. Repito, el suceso vivido no fue político, pero los hechos posteriores parecen confirmar que sí lo son.

Estamos en un momento eleccionario, donde todos especulan quedar con el culo atornillado a un cargo, eso es claro, tal vez esa sea como mínimo la principal causa de no hacer olas que puedan perjudicar los personales intereses de cada uno de los actuantes. Y el, o los policías siguen como si nada en funciones.

Este oficial, quien recuerdo estuvo más de 4 horas para escribir, contar e intentar justificar los hechos, no solo fue asesorado por gente de la fiscalía presente, sino que, hasta recibió visitas de la plana mayor mientras el trataba de ver qué forma darle a su descargo.

No solo y con ayuda interna para zafar escaló la apuesta, sino que miente y fabula descaradamente en su relato, al cual para rematar me inicia una causa penal.

Lo más preocupante es la mentira, máxime en un oficial de policía, contando una historia sin asidero alguno, sobre hechos en público ante numerosos testigos y, repito un domo policial que al momento parece no haber registrado nada, vaya paradoja.

A esta altura es evidente que las manos mágicas desde Gobernación hacia abajo nada hacen, como tampoco la justicia adicta al poder, un sector mínimo, pero si el más influyente y representativo, quien en estas horas vive una crisis interna necesaria para ser definitivamente depurada y así obtener su propia independencia como debería serlo, y no lo es.

Esta nota en primera persona muestra los peligros a lo que nos exponemos la ciudadanía con los políticos que tenemos, todos se cuidan el final de la espalda y nadie mueve fichas, ni los oficialistas, ni la oposición, todos miran su propio ombligo ofreciendo la nada misma, como el aburrido debate del domingo, que, habiendo tanto para decir, solo y apenas se sacaron la lengua como mucho.

Terminan pareciendo más de lo mismo, todos socios en algún punto, aunque el presente prometidos con cambios, si ocurrieron fueron para peor en esta bendita provincia.

Mientras tanto uno vive como puede y con autoridades negacionistas adictas al aquí no pasa nada siguen con cara de piedra, cubriendo a ciertos agentes policiales que no están en condiciones de estar en la calle por violentos, actuar ilegalmente, efectuar descargos llenos de falsedades y contradictorios entre sí.

Seguiré buscando justicia… El colmo, insisten en pedirme citar a la persona asaltada que sufrió heridas por el hecho sufrido, un intento de asalto, quién no solo es un médico de renombre, sino también penitenciario, que a la postre depende del Ministerio de seguridad. Increíble.

Por supuesto no incluyo a la real víctima en estos raros manejos internos ministeriales, pero por favor, déjense de joder y actúen en consecuencia como mis derechos y los de todos corresponda hacerlo.

Que responda en soledad no significa que haya dejado de lado lo sucedido, solo respeto éticamente los tiempos y formas que los funcionarios que tendrían que dar respuestas solo utilizan para especular en su propio provecho.

Parece que solo apresaron un ciudadano ilegalmente, un periodista, casi nada.

¿Y si mañana te toca a vos? No es telekino. Es la Mendoza de hoy. Simple. Gracias Dr. Joaquín Faliti, y Christian Sanz.

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