La Cámara Federal de Casación confirmó definitivamente los sobreseimientos a favor del ex ministro de Justicia Germán Garavano y de su director del Programa de Protección a Testigos e Imputados Francisco Lagos, acusados de favorecer al testigo clave de la Causa Ciccone, Alejandro Vandenbroele, quien recibió el mismo beneficio.
Los jueces Diego Barroetaveña y Carlos Mahiques cerraron la causa después de que el fiscal ante la Cámara de Casación Raúl Pleé desistiera de la apelación que había presentado su colega José Luis Agüero Iturbe.
Pleé decidió el lunes pasado consentir lo sobreseimientos que habían dictado en primera instancia el juez Julián Ercolini y, en la Cámara Federal, Mariano Llorens y Leopoldo Bruglia.
Entre las presuntas irregularidades atribuidas a los ex funcionarios por su relación con Vandenbroele figuraban haberle aportado dinero por dos años y tres meses cuando la ley establece un plazo máximo de seis meses.
Además, la fiscal Paloma Ochoa le reprochaba que desde el Programa le hubieran financiado un emprendimiento hotelero en la provincia de Mendoza, el traslado e instalación en esa provincia y un viaje a Buenos Aires para pasar las fiestas navideñas con sus familiares.
La acusación también sostenía que Vandenbroele había obtenido una regularización de su situación con la AFIP también gracias a haberse acogido al régimen del arrepentido.
Vandenbroele declaró en esa condición de imputado colaborador en el juicio oral en el que el ex vicepresidente Amado Boudou fue condenado a cinco años y diez meses de cárcel y recibió una pena menor –tres años de prisión en suspenso- por la que nunca fue preso.
