Investigan si una pareja de chacales en Malargüe abusó de otros chicos de la familia
Por estas horas, la fiscalía encabezada por el doctor Javier Giaroli investiga si otros menores de edad parte de las familias del hombre y la mujer detenidos el 11 de abril pasado en Malargüe, y acusados de abusar sexualmente de sus propios hijos de 2 y 9 años respectivamente, filmando los actos y subiéndolos a la web, pudieron ser también víctimas de vejámenes.
Según informó Diario San Rafael, varios menores relacionados familiarmente con los presuntos “chacales” estarían siendo analizados para establecer si los ahora detenidos también abusaron de ellos.
Es por eso que a algunos de los niños se los hará declarar en Cámara Gesell y también se les practicarán exámenes para determinar si pudieron ser contagiados de alguna enfermedad de transmisión sexual, entre otras medidas.
Esta semana se realizará la audiencia en la que el juez determinará si los acusados permanecen en prisión preventiva.
El caso
El 11 de abril, una pareja fue aprehendida en Malargüe, acusados de abusar sexualmente de menores de edad, filmar dichos actos y subirlos a internet. Lo más aberrante del caso es que los involucrados habrían llevado a cabo esas prácticas contra sus hijos.
Los acusados tienen entre 40 y 50 años.
Los sospechosos habrían cometido los delitos de abuso sexual con acceso carnal agravado, corrupción de menores agravada, producción de material de abuso sexual infantil agravada y distribución de material de abuso sexual infantil agravada con posible comercialización, teniendo en cuenta que esos videos suelen venderse en la web.
La captura de los acusados se dio en el marco de al menos tres allanamientos que desarrolló la Policía de Mendoza en conjunto con personal de Gendarmería Nacional.
La investigación comenzó en noviembre pasado por tres alertas que se dispararon en Estados Unidos, a través de Google e Instagram, donde se ponía en conocimiento que desde Malargüe se estaba subiendo material que infringía las normas, puntualmente abuso sexual infantil.
Ambos arriesgarían una pena cercana a los 10 años de prisión de cumplimiento efectivo.
