Está acusado del crimen de los hermanos Álvarez junto a su hijo y habló con Mendoza Today: “Somos inocentes, tapan a alguien más”

El 1 de junio de 2021 desaparecieron dos hermanos llamados Kevin y Franco Alvarez, de profesión albañiles. Semanas más tarde, el 28 del mismo mes, ambos aparecieron ejecutados a balazos, en una suerte de mensaje mafioso.

Las hipótesis llevaron a los investigadores a sospechar que se trató de un hecho derivado de una deuda de 14 mil pesos que les debía su patrón… y una planta de marihuana.

Antes de matarlos a balazos, los hermanos habían sido duramente golpeados. Luego, los cuerpos fueron descartados en un desagüe cloacal en la zona de Rodeo del Medio, en Guaymallén.

Fueron hallados por una familia que circulaba por la zona con su camioneta y advirtió una zapatilla blanca y lo que parecía ser un cadáver.

Desde antes del hallazgo de los cuerpos, los investigadores ya tenían en la mira a Fabián D’Agostino y su hijo Axel, para quienes los hermanos Álvarez habían hecho un trabajo de albañilería. De hecho, en el domicilio de estos fue el último lugar donde habían estado las víctimas.

Más aún: hubo violentos mensajes intercambiados entre unos y otros que incluyeron fuertes amenazas. Ello llevó a que ambos, padre e hijo, terminaran tras las rejas, imputados por el doble crimen.

Diario Mendoza Today habló con Fabián D’Agostino, quien jura que es inocente del doble crimen, al igual que su hijo: “Sin tener ninguna prueba en nuestra contra seguimos estando presos. Nos hicieron allanamientos, rastrillajes con perros adiestrados en busca cuerpo o sangre, pericias de ADN en toda nuestra ropa y no nos encontraron nada”, dijo desde prisión.

Al mismo respecto, añadió: “Nos llevaron heladeras y freezer del negocio, nos llevaron el auto y no encontraron nada, absolutamente nada en nuestra contra. Es más, nos devolvieron las cosas, la heladera y el freezer del negocio porque no encuentran nada, absolutamente nada en nuestra contra”.

-Pero les pidieron elevación a juicio… 

-Sí, pero sin tener ninguna prueba. Nuestro defensor apeló a esto y estamos a la espera de una respuesta. Somos los típicos perejiles para tapar a alguien más grande.

-¿Y las amenazas por chat?

-La Justicia solo se agarra de esa discusión que tuvo mi hijo por WhatsApp con el mayor de los hermanos Álvarez. Pero hay muchas cosas, que no me cierran para nada en todo esto.

-¿Por ejemplo?

-En la elevación a juicio de la fiscal Andrea Lazo hay un montón de contradicciones (ver documento al pie). Por ejemplo, en la foja 14 o 15 dice que no tiene prueba directa en nuestra contra, pero seguimos estando aquí.

-¿Y entonces, quién es el culpable?

-No sé. Estos chicos vivían en Colonia Bombal. Y ahí hay un hermetismo total. No sé si la gente no habla por miedo a represalias o porque no quieren meterse en nada. Pero nos perjudica a nosotros que no tenemos absolutamente nada que ver en esto. Somos totalmente inocentes.

-Pero ustedes los conocían…

-El único contacto que teníamos con estos chicos era laboral. Nosotros les dábamos trabajo y sin saber que esto nos podría arruinar la vida.