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Entrevista al periodista que investigó (y publicó un libro sobre) el vuelo de regreso de Perón

Pablo Mendelevich, autor del libro “El avión”. Por Graciela Catalán, para Diario Mendoza Today.

Mucho se ha dicho, escrito, contado sobre el histórico viaje del 17 de noviembre de 1972, que implicó la vuelta tras 17 años de exilio, de Juan Domingo Perón a la Argentina en medio del gobierno de facto, dictadura de Alejandro Agustín Lanusse.

Pero, en esta ocasión se publica a inicios del mes de noviembre el libro “El avión” -Editorial Planeta-, cuyo autor es el periodista, escritor, docente Pablo Mendelevich, de importante trayectoria y labor profesional en medios gráficos, radiales y televisivos, ganador en dos ocasiones del premio Martín Fierro, del premio Fund TV y premio Libertad de Prensa de Adepa en 2016. Es uno de los fundadores del Foro de Periodismo (FOPEA).

También es autor de los libros: “El país de las antinomias”; “El final: cómo dejan el gobierno los presidentes argentinos, de Rivadavia a Cristina Kirchner”; y “El relato kirchnerista en 200 expresiones” (prologado en clave humorística por Carlos López Puccio).

De esta forma, nos contactamos con el colega que accedió a dialogar con Diario Mendoza Today y nos ilustra sobre su obra que despierta interés, curiosidad y todo aquello que apasiona al lector para descubrir, vivenciar y conocer sobre esta historia política del país y la investigación que realizó el autor en este libro.

MT-¿Cuál es el motivo o inspiración para escribir este libro y que implica?

PM- En 1997, cuando se cumplieron 25 años, hice la primera investigación periodística sobre el avión de Perón. Fueron cinco páginas en Clarín. Años después publique otra en LA NACION.

– Pero estaba pendiente una investigación más profunda, en especial porque la lista de pasajeros completa nunca se había llegado a conocer debido a que se pensaba que la mitad del avión eran personajes desconocidos, ya sin vigencia o poco importantes.

-Nombres desconocidos para el público eran, pero no siempre poco importantes. Contra lo que dijeron algunos historiadores sobre la ausencia de juventud del sector revolucionario del peronismo, había siete montoneros entre los pasajeros, además de varias figuras de la izquierda peronista.

-Tampoco se le había prestado mayor atención al hecho de que una docena de pasajeros no abordaron el avión en Buenos Aires, donde se embarcaron 132 personas, sino en Roma, para el vuelo de vuelta. Eran invitados directos de Perón.

-Varios de ellos pertenecían a la Logia Propaganda Due. La elección de Roma como lugar de salida del avión no fue ajena a la influencia que tuvo la P-Due sobre Perón.

MT- ¿Cómo logra reconstruir esta historia que marcó un momento político importante en el país?

PM- Colaboró conmigo Jazmín Bullorini, periodista de Clarín, una gran buscadora de datos y personas.

-Es decir, en la etapa de investigación cumplimos tres objetivos fundamentales: Completar la lista de pasajeros, entrevistar a todos los sobrevivientes del vuelo y obtener documentación inédita.

-La tapa del libro, por ejemplo, es la tarjeta de embarque original de Perón. A primera vista puede pensarse que la imaginó un diseñador gráfico, pero no, es la original y la tenía guardada en un baúl, en un campo, el nieto del brigadier Pons Bedoya, uno de los armadores del chárter. Tuvo la gentileza de permitirme fotografiarla.

MT- ¿Relativo a la edición del libro, decidió que coincidiera con el aniversario de los 50 años de la vuelta de Perón?

PM- No, editorial Planeta me propuso la idea y la oportunidad, yo aporté el enfoque. No era novedoso centrarse en el Día de la Militancia, en la epopeya de decenas de miles de jóvenes que en la madrugada del 17 de noviembre de 172 desafiaron la lluvia, la dictadura de Lanusse y la prohibición de ir Ezeiza e intentaron -sin éxito- llegar al aeropuerto para recibirlo a Perón.

-No porque no fuera importante, sino porque es bien conocido, el foco estaba, para mí, en lo que significó el retorno del General, el precedente del exilio, el contexto político, la preparación del viaje, la difícil negociación con Lanusse y, sobre todo, el extraordinario momento de camaradería que hubo en el avión entre todas las facciones peronistas, incluidas las más extremas.

-Porque fue algo tan excepcional como efímero y la concordia duró poco. En cuestión de meses unos pasajeros asesinaron a otros pasajeros.

-Todo esto está contado en el libro con profusión de datos.

MT- ¿Quién ha dejado huellas, surcos, senderos o ha sido un referente profesional como periodista?

PM- Mi origen profesional podría decirse que arranca en la retaguardia de la generación Gutenberg; no nací con la generación Zuckerberg. Eso no sólo quiere decir que aporreaba la máquina de escribir antes de soñar con que todos íbamos a abrazar la computadora sino que tuve el privilegio de formarme con grandes periodistas. Por ejemplo, Jacobo Timerman, con quien trabajé en dos diarios, La Opinión, cuando yo tenía 20 años y la Razón a los 31.

-En el libro casualmente cuento la forma en la que Timerman me lo presentó un día al general Lanusse, anécdota bastante inaudita cuyos detalles dejo para los lectores del libro.

-Por cierto, Lanusse obviamente, fue un actor central de los sucesos de 1972.

-También incluyo en el capítulo de entrevistas (donde aparecen los recuerdos, hoy, de Chunchuna Villafañe, Marilina Ross, Sanfilippo y otros sobrevivientes) al hijo menor de Lanusse. Es el único Lanusse que conoció personalmente a Perón.

-Como llevo mucho tiempo como periodista político y tuve ocasión de conversar en su momento con muchos de los protagonistas, ahora decidí aprovechar ese material. Por eso el libro incluye como fuentes directas a muchas personas que ya no viven (desde Lanusse, Livingston y Frondizi hasta Paladino, Jorge Antonio y Ortega Peña), todo respaldado con documentación.

El periodismo es un lugar de lucha de la política… Inevitablemente”. Judith Butler.