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El abogado Gregorio Dalbón fue condenado por injuriar a dos juezas

El abogado civil de Cristina Fernández de Kirchner fue condenado por injuriar y acusar de corruptas a dos juezas en el programa de Mirtha Legrand.

El abogado Gregorio Dalbón sigue sumando polémicas declaraciones y este miércoles se lo condenó por una de ellas: unas viejas declaraciones volvieron a salir a la luz y deberá indemnizar a las acusadas.

Las primeras declaraciones ruidosas del magistrado en medios televisivos estuvieron vinculadas a su actuación como litigante en causas de accidentes de tránsito. Por su representación en una de esas causas terminó condenado a indemnizar a las juezas Beatriz Verón y Zulema Delia Wilde, a quienes acusó de corruptas en el programa de Mirtha Legrand en el año 2009.

Gregorio Dalbón ha sabido hacerse un espacio político utilizando su titulo de abogado, representando civilmente a figuras tan centrales como el presidente, Alberto Fernández; la vicepresidente, Cristina Kirchner; y también al ministro de Economía, Sergio Massa. Según transcendió, la condena quedó firme esta semana en la Corte Suprema, luego de que se rechazara los planteos de la defensa de Dalbón.

El abogado les había imputado a las magistradas en el icónico programa televisivo «la comisión de distintos delitos cuya veracidad no se ha acreditado en modo alguno, por lo que el letrado actuó de manera imprudente o con intención de dañar». Por estos mismos deslices el abogado ya había sido obligado a pagar una multa por violación a las normas de ética profesional.

Este caso se retrotrae al 2009, cuando el abogado de CFK había concurrido a la Sala J de la Cámara en lo Civil y vertido diversas manifestaciones injuriantes -sin prueba alguna-. Días después se replicaron públicamente en el programa de Legrand, tras ser invitado para hablar de incidentes de tránsito. Allí acusó a las juezas: «Sospecho que puede haber corrupción» comentó en aquel entonces y agregó, «hay tres pícaras dando vueltas», insinuando que habría favores de compañías de seguros.

Si bien Dalbón llevó sus sospechas a la Justicia, denunciando a las juezas, la causa no avanzó por falta de pruebas. Tras la denuncia y la acusación pública en «Almorzando con Mirtha Legrand» dos de las juezas calumniadas (Beatriz Verón y Zulema Delia Wilde) denunciaron civilmente a Dalbón. También habían demandado a la producción, pero, finalmente, ese planteo fue rechazado.

En su defensa, el abogado había querido ampararse en la doctrina llamada Campillay, que sostiene la falta de responsabilidad de los medios de prensa si han tomado determinados recaudos al momento de difundir la noticia. También aseguró que no afirmó ni acusó a las juezas de nada, sino que plasmó sus sospechas como lo haría cualquier ciudadano. 

En ese sentido, Dalbón se aferró al derecho de la libertad de expresión y aseguró que, «se vinculaban con el desempeño de funcionarios públicos». No obstante, la Cámara Civil que dejó firme la sentencia sostuvo que el letrado «no cumplió con ninguna de las pautas mencionadas en la doctrina «Campillay», pues usó en todo momento el modo asertivo, no dejó en reserva la identidad de los involucrados, ni mencionó una fuente concreta y determinada de la que hubiese provenido la información».

«No existe ninguna prueba que dé cuenta de que las duras acusaciones que el Dr. Dalbón expuso respecto de la demandante y sus colegas tengan algún mínimo grado de verosimilitud», afirmaron.