Néstor BethencourtPortada

Grandes deudores en Guaymallén: información poco clara, desorden y listados que no cierran

Algo huele mal en Dinamarca. O, mejor dicho, en la comarca de Marcelino Iglesias.

Guaymallén tuvo muy malas gestiones, es una verdad de Perogrullo, pero analizando la actual conducción son varias las inquietudes que nos ocupan:

Diario Mendoza Today mostrará en esta nota una serie de cuadros que fueron editados en su presentación, pero no en contenido, a fín de mostrar lo errática que es la comuna a la hora de perseguir a los deudores guaymallinos.

Primero lo primero: a través de SI.GES.CO. Tribunal de Cuentas, Ley de Responsabilidad Fiscal y respecto al acuerdo 3949 de la misma y anexos, todos los organismos públicos allí enumerados deben tener presente en forma trimestral, y anual, según el concepto, la condición administrativa, contable, financiera, judicial, de personal, etc. publicado en las páginas web del organismo correspondiente.

Todo nació por la invitación de fuentes cercanas a la Intendencia de Guaymallén de revisar dichas comunicaciones públicas. En este primer informe informaremos las trampas del anexo 22.

En principio, encontrar el enlace no fue fácil y, comparando con otros municipios de la provincia que sí muestran correctamente dicha información, insistimos y encontramos el enlace correspondiente a Guaymallén. Estaba en el último lugar al fondo a la derecha (¿casualidad?)

Revisando la información provista, surgieron no pocos planteos y dudas del estado actual administrativo de Guaymallén, a saber:

La norma exige informar el listado de los mayores contribuyentes deudores. se indica listar los 50 contribuyentes o más que estén en condición de deudores, lo cual en el mismo es casi imposible determinar en forma clara y transparente.

¿Por qué? En principio porque el listado no se encuentra ordenado por contribuyente, sino por ficha, cuenta, y no por denominación o CUIT/CUIL (muchos sin ese dato fundamental) por ej., lo que implica que determinar cuál es el supuesto mayor incumplidor sea imposible, porque se multiplican sus atrasos por los pocos claros criterios de denominación del mismo (un mismo contribuyente puede figurar hasta 9 veces en el listado con diferentes deudas).

Asimismo, se agrega que hay deudores sin ninguna identificación, solo figura el importe sin saber a quién le pertenece.

Hasta el mismo municipio figura con deuda a sí mismo, y en calidad de apremiado.

Dentro de los detalles no menos significativos es notoria la diferencia respecto a quienes son llevados a apremios, o a quienes no, incluso con una facilidad de pago mal informada, ya que acceder al Decreto 1160/21, el cual el ejecutivo ofrece una moratoria, casi sin condiciones, tanto de adhesión, como de no cumplimiento, en el que se remarca una condonación de intereses devengados, y actualizándolos por el 6% anual.

Resultado: grandes contribuyentes deudores entraron en un beneficio moratorio de dividir sus abultadas y antiguas deudas (millonarias por cierto) en hasta 36 cómodas cuotas, con un interés del 6 % ANUAL, si, no es error, es anual, mientras el municipio masifica los apremios por deudas incluso menores a $ 1000.- Cabe destacar que a cualquier sufriente contribuyente menor, hoy por abonar cualquier tasa impuesto o servicio municipal con atraso por dos meses ya la aplican la tasa más alta que con la que se beneficiaron algunos privilegiados con deudas jamás apremiadas de larga data.

Ejemplos sobran: un casino debe la friolera de $ 80 millones de pesos, los cuales obtuvo la mayoría del beneficio de la moratoria VIP, mientras hasta ex Director “renunciado” por el tema Reinas fue apremiado por menos de $ 4.000.-. Los casos similares están multiplicados.

En este cuadro, se podrá comprobar en los números finales que la moratoria fue para pocos, ¿por la escasa o nula publicidad tal vez?

Evidentemente no solo la información no es transparente, sino que no hay control por parte del ente regulador, el Tribunal de Cuentas. Raro.

Entre esos grandes deudores hay varios que pertenecen a empresas de publicidad, eso seguramente puede tener relación a pantallas y carteles que contaminan visualmente los accesos, especialmente el Este al llegar al nudo vial. Quizá, esa sea una posible doble pauta que el municipio no actúa, ya que en los mismos es posible ver propagandas del mismo.

Recordemos que en grandes ciudades fueron quitados los carteles de las principales vías de acceso, ya que la contaminación visual, y más en el caso de los carteles led, es perjudicial para el conductor, tanto por la distracción, como por la fuerza de la luminaria. También se destaca que, en Guaymallén, hay muchos carteles similares dentro del tejido urbano. Pero este tema amerita otra nota.

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