La verdad detrás de la implementación de la Revisión Técnica Obligatoria en Mendoza

La Revisión Técnica Obligatoria se origina de la Ley Nacional de Tránsito 24.449 a la cual las provincias pueden adherirse ajustándolas a sus necesidades y criterios.

Así es como en Mendoza se implementa mediante la Ley 9.024 donde las exigencias son establecidas de acuerdo a lo señalado por esta misma norma.

Quien haya concurrido a efectuar la RTO (que es de carácter obligatorio) habrá observado que se examinan las luces, el estado de amortiguadores, tren delantero y trasero, emisión de gases, kit de seguridad, frenos, etc.

Pero la ley aprobada en Mendoza tiene algunas diferencias con las de otras provincias y con la nacional.

A modo de ejemplo mencionaremos algunos aspectos que también son importantes de conocer.

No en todas las provincias de la Argentina están aceptados los vidrios polarizados del automotor, en Mendoza solo se acepta hasta un grado intermedio mientras que en otras regiones del país puede que los polarizados no estén autorizados, o sí. Primer aspecto a tener en cuenta al salir de la provincia.

Como segundo punto, en nuestra provincia no se exige la bolsa mortuoria (bolsa blanca) pero esto no sucede en Córdoba y Santa Fe donde sí es exigida.

Es decir que si transitamos por otras provincias, incluso con la RTO cumplimentada, estamos en problemas si la ley en esa provincia tiene otras exigencias diferentes a lo que dictamina la ley en Mendoza, por lo tanto las autoridades policiales están en condiciones de confeccionarnos la multa correspondiente (y no hay derecho a protestar… a pagar).

Otro aspecto a tener en cuenta es que aquí la exigencia es una revisación del vehículo todos los años, mientras que la nacional lo exige una vez cada dos años hasta los siete de antigüedad y luego sí anualmente. No obstante, hay que destacar el hecho de que el gobernador Suarez ha anticipado la idea de flexibilizar ese punto.

Lo que también escuchamos a diario es que hay muchos automotores que en el estado en que se encuentran no pueden o no deben circular por la vía pública, algo absolutamente cierto, pero si nos vamos a las estadísticas debemos preguntarnos: ¿Cuántos siniestros incluyen a este tipo de vehículos?

Lo más frecuente es observar que los accidentes mayormente se producen por la imprudencia al manejar o por hacerlo bajo el efecto de alguna sustancia como el caso del alcohol por ejemplo.

Ante estos interrogantes recorrimos algunos talleres donde se realiza la RTO, y casi todos coinciden en que si bien la implementación hace a la prevención de accidentes motivados por fallas mecánicas de los automotores, parecería que no se trata de una ley que se haya instrumentado exclusivamente por motivos de seguridad, sino que podría tratarse también de una estrategia pensada para darle mayor movilidad al mercado automotor: es decir, sacar de circulación una importante cantidad de vehículos antiguos, los cuales en su gran mayoría no se encuentran en condiciones de aprobar la RTO, y esto tendría la intención de impulsar a los propietarios a mejorar el modelo de sus automotores.

Alguien nos dijo (siempre en off) que esto es como el plan canje instrumentado durante la presidencia de Carlos Saúl Menem, pero sin la opción del canje.

Mientras tanto, la ley hay que cumplirla.