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La misma postura, pero distinto final: ¿qué cambió Argentina para su primer triunfo?

El ingreso de Guido Rodríguez le dio el equilibrio necesario para poder defenderse con la posesión de la pelota de la ventaja, sin entregar el dominio a su rival.

La Selección argentina no había merecido empatar sus tres partidos previos a éste choque ante Uruguay, y aunque mantuvo la misma postura táctica que la llevó al colapso, tuvo un final distinto porque movió algunas piezas clave para el rol a cumplir.

Los primeros 30 minutos fueron de lo mejor del último tiempo para la Albiceleste, con un dominio abrumador desde la intensidad y la profundidad, jugando lejos del arco de Emiliano Martínez y generando la ventaja en el marcador por el cabezazo de Guido Rodríguez.

Esa “identidad” que se le reclama a la Selección argentina está clarísima desde la Copa América pasada, hace dos años en Brasil: primero defender el arco propio para después sacar ventaja de las individualidades ofensivas.

Por eso Lautaro Martínez se fastidia, porque queda casi siempre solo, sin compañía para presionar o elegir mejor los espacios a los que atacar.

Por eso también se le achacó al DT la postura que tomó cada vez que estuvo en ventaja en los recientes partidos con Chile (por Eliminatorias y Copa América) y Colombia (por la clasificación a Catar 2022).

Hubo un rol y un puesto fundamental que se modificó este viernes en Brasilia: el mediocampista central.

El ingreso de Rodríguez, más abocado y acostumbrado a la contención, la ocupación de espacios y las coberturas, le permitió a los laterales tener más despligue, generar superioridades en las bandas y que se luzcan Messi y Nico González.

En resumen, un andamiaje más organizado, sin depender de la individualidad, sino que ese destaque sea un plus ofensivo.

Ojalá éste sea el punto de partida y el clic que cualquier equipo entrega en torneos tan cortos y se recuerda en momentos triunfales (Diego Provenzano, Agencia NA).

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