La situación es compleja, no sólo en Mendoza sino en todo el país. El ejército de personas que cada día piden asistencia social crece al paso de las semanas. Sin solución de continuidad.
Guaymallén es uno de los departamentos “metropolitanos” que sabe entregar bolsones de mercadería para mitigar aquella necesidad.
Quien se encarga de la tarea es Silvia Donati, cuestionada directora de Desarrollo Social de aquella Municipalidad.
La mujer es, a la sazón, trabajadora social. Ergo, su expertise debería ser, justamente, la asistencia a los más desvalidos.
Por ello, sorprende que los mismos alimentos que reparte Guaymallén terminan siendo vendidos por puntuales punteros —valga la cacofonía— que responden al intendente Marcos Calvente.
Diario Mendoza Today lo pudo comprobar a través de una investigación que derivó en puntuales páginas de Facebook donde se pueden ver las pruebas del hecho en cuestión.
Parte de esa mercancía la “bajaron” el lunes pasado, en un negocio ubicado en calle 3 de Febrero y Correa Saá. Fueron más de 30 bolsas (N. de la R: aunque no se mencionó el comercio, una mujer llamada Cecilia se contactó con este medio para intentar desmentir la información; o sea, se puso el sayo).
Uno de los apuntados es Marcelo Castillo, quien trabaja en la Dirección de Salud de la Municipalidad y que incluso vendió los bolsones de mercadería a varios de sus compañeros de oficina.
¿Sabrán Calvente y/o Donati lo que ocurre bajo sus narices? ¿O alguien se está pasando de vivo? Imposible saberlo ahora mismo, aunque, conociendo los antecedentes de ambos funcionarios no debería sorprender que fueran parte de la trama.
Por lo pronto, asombra que esto ocurra justo cuando a nivel nacional se discute la falta de entrega de alimentos por parte del Ministerio de Capital Humano, a cargo de Sandra Pettovello.
Ello le costó el cargo al secretario de Niñez y Familia del Ministerio de Capital Humano, Pablo de la Torre. ¿Quién purgará las culpas por lo de Guaymallén?
