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El secreto mejor guardado de Sandra Pettovello: la “caja” de los sueldos paralelos en Capital Humano

El documento desnuda el "opaco" mecanismo de distribución de ese dinero, que incluye profesionales sin relación con las áreas de competencia de la cartera social. Por Mauro Federico, Data Clave.

Fue una semana difícil para la ministra de Capital Humano Sandra Pettovello. Mientras continúa en su cruzada “destapa ollas” con los supuestos “curros” de las organizaciones sociales responsables de instrumentar la distribución de una parte de la asistencia social estatal, una investigación periodística del colega Ari Lijalad obligó al gobierno a admitir que tiene retenidos cinco millones de toneladas de alimentos sin distribuir entre los sectores vulnerables.

“Efectivamente esos alimentos existen. Tiene diferentes fechas de vencimientos. No están por vencerse. O los que están más próximos a vencerse se van a distribuir. Son alimentos adquiridos por la administración anterior”, tuvo que reconocer el vocero presidencial Manuel Adorni ante el requerimiento periodístico durante su habitual conferencia de  prensa del jueves.

Como si esto fuera poco, el referente del Frente Patria Grande y ex precandidato presidencial de Unión por la Patria (UP), Juan Grabois, amplió la denuncia que había iniciado contra la ministra por no entregar alimentos a los comedores sociales. “La comida se pudre en los galpones de Capital Humano mientras a 100 metros las familias argentinas pasan hambre”, escribió el dirigente en el mensaje que publicó en sus redes sociales.

Estos reverendos hijos de puta que nunca hicieron nada por nadie tienen dos depósitos llenos con más de 4 millones de kilos de alimentos en Villa Martelli y Tafí Viejo mientras dejan a seres humanos, niños, madres y abuelos sin comida. Figura en el pedido de informes adjunto y lo reconoció Adorni”, agregó.

En este contexto, Data Clave accedió a un documento que arroja sombras sobre las formas en las que funcionarios de la cartera conducida por la súper ministra, distribuyen fondos destinados al pago de contratos para “profesionales” a través de convenios con reconocidos organismos internacionales.

Una planilla de excel donde figuran pagos a un listado de “contratados” que -de acuerdo a lo que explican quienes conocen los mecanismos- facturan a la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) con fondos públicos, para cumplir tareas en el marco de un convenio entre la administración pública nacional y el organismo, pone en evidencia el poco transparente mecanismo de distribución de esos fondos.

La maniobra incluye la contratación de presuntos profesionales sin relación con las áreas de competencia de la cartera social; una retención de entre 10 y 12 por ciento de los montos percibidos cuyo significado y destino se desconocen; y una “bolsa neta” y una “cajita”, con pesos que se convierten en dólares.

Organismos transparentes, funcionarios turbios

La OEI cumple 75 años de funcionamiento como organismo de cooperación tanto para el gobierno Nacional, como para los provinciales y municipales. Se trata del mayor organismo de cooperación multilateral entre países  iberoamericanos de habla española y portuguesa, con más de 3.900 personas trabajando en Iberoamérica, repartidas físicamente por 20 Representaciones Diplomáticas en los países de la región.

A partir de la demanda de diversas instituciones, la OEI comenzó a brindar servicios de apoyo administrativo dirigidos a incrementar la eficacia en el manejo de los recursos y en la ejecución de proyectos de las más diversas temáticas, financiados con fondos provenientes de presupuestos locales y de aportaciones y créditos externos.

Esto se plasma a través de la firma de convenios con diversas entidades nacionales, provinciales y municipales, y la participación del organismo en licitaciones nacionales e internacionales. Centenares de proyectos financiados con recursos públicos, son supervisados por la OEI, que se encarga de la contratación de profesionales para la ejecución de los programas acordados con las autoridades a través de convenios marco.

El mecanismo es absolutamente transparente y su utilización ha demostrado ser de utilidad para la ejecución de planes que han acarreado beneficios importantes para las comunidades. De esta forma, los honorarios de los consultores se terminan pagando por otras diferentes a las establecidas por el Sistema Nacional de Empleo Publico (SINEP).

En el ministerio de Capital Humano esto es una práctica muy usual. Según una fuente que trabaja en la oficina a cargo de la relación con el ente regional, “solo en 2024 ya se han destinado unos mil millones de pesos para financiar estos proyectos a través de la OEI”.

El 13 de mayo, el diario La Nación publicó una nota titulada “Pettovello contrata funcionarios con un polémico mecanismo externo” firmada por Federico González del Solar, en la que se plantea que “para apaciguar el descontento que generan las demoras en los nombramientos –que pasan por el riguroso filtro del Poder Ejecutivo– el ministerio de Capital Humano fondea a un organismo internacional y le solicita a este que contrate los servicios profesionales de terceros para llevar a cabo una tarea determinada”.

Al parecer, somos muchos, desliza alguien que cobró mediante este mecanismo y aguarda su designación. Funcionarios que se alejaron de la cartera confirman esta modalidad, al igual que otras fuentes que siguen muy de cerca la dinámica interna del ministerio.

El reglamento interno de la OEI es claro: “A solicitud de la Entidad y actuando en el marco de un Convenio y/o Acta suscripta, la OEI podrá efectuar las contrataciones de prestadores. Cabe destacar que, la terna o concurso para la selección de la persona que resultare contratada, será actividades efectuadas por la Entidad. La OEI se limitará a brindar su apoyo de carácter administrativo o su cooperación, según corresponda”. Más adelante, se señala: “La OEI se limitará a abonar los honorarios correspondientes a los prestadores, previa orden y autorización de la Entidad”.

Las contrataciones realizadas por organizaciones como la OEI no dejan huella más que dentro del organismo, información que se mantiene blindada. El vínculo con el Estado es indirecto y su trazabilidad se pierde”, explica una fuente de una organización internacional.

El excel que quema

Data Clave accedió a una planilla donde -según indican las fuentes del MCH- hay una lista de profesionales que son contratados por la OEI para brindar servicios profesionales en proyectos de la cartera que dirige Pettovello.

Se trata de una lista donde se determinan los honorarios que facturan esas personas para cobrar sus sueldos, una través de un mecanismo de contabilidad muy poco usual para la administración pública. Este cuadro detalla que desde enero de 2024 hay 18 personas facturando honorarios del MCH por un mecanismo indirecto.

Según pudo constatar este portal, ninguna de estas personas figura en las bases de datos oficiales del ministerio, ni frecuentan las instalaciones de la dependencia oficial. Y lo que es más extraño aún: al ser consultados los funcionarios del área de comunicación, directamente aseguraron “no tener idea de la existencia, ni conocer a ninguno de los integrantes de la lista”.

Todos ellos facturan montos mensuales que oscilan entre 600.000 y 1.400.000 pesos y ese registro consta en el citado cuadro, guardado en un archivo denominado “Plan 120 (FF)” que a continuación reproducimos.

Es muy difícil entender la forma de registro, ya que contiene datos sin explicación, que se prestan a diferentes interpretaciones. Por ejemplo, luego del monto facturado, aparece un descuento de entre un 10 y un 12 %. “Cuando uno factura honorarios con un monotributo no hay descuentos, los impuestos los paga el sujeto que se inscribe a través del monotributo e Ingresos Brutos y lo hace por su cuenta”, explica un experimentado contador que trabaja en el Estado-

En otra de las columnas denominada “$”, ese monto se aplica y entonces sabemos que a qué cantidad corresponde ese porcentaje. En la columna encabezada por la palabra “NETO” se aplica un descuento y esa cifra se resta. Luego aparece una misteriosa columna denominada “DIFERENCIA”, cuyo significado no alcanza a comprenderse.

Más adelante en el cuadro aparecen dos columnas más: una dice “/2” y la otra tiene un nombre rarísimo para la administración de los recursos humanos. Se llama: “BOLSA NETA MES”. No alcanza a comprenderse porque la columna “DIFERENCIA” la dividen por dos. Pero lo sorprendente es que en la columna BOLSA hacen una cuenta donde a la columna FACTURA le restan el 10 o el 12 % y luego le sacan la misteriosa DIFERENCIA y eso va a la BOLSA.

Sobre el final del cuadro, la opacidad se incrementa. Aparecen una serie de anotaciones al margen que están, incluso, descoloreadas.

¿Qué es esto? Algunas se convierten a dólares, otras no. En “Observaciones” aparecen palabras como “CAJITA”“NOMBRES”, dólares sumados en porcentajes.

Y por último, el nombre del archivo llama mucho la atención. Se llama “PLAN 120 FF”. ¿A qué hace alusión? ¿Son iniciales?

Según algunos empleados que accedieron a este documento, FF serían las iniciales del nombre y apellido de un funcionario recientemente designado por la ministra en un rol muy importante.

Los nombres de la caja paralela

Según fuentes que conocen a fondo como está administrando Pettovello los recursos humanos de sus equipos, es usual que les paguen a muchos de ellos sobresueldos facturando honorarios, o que directamente sea esa la forma de cobrar,  y sin nombramiento en el estado. “Todo es muy turbio, fundamentalmente porque hay muchos que cumplen funciones de coordinación o de jefatura sobre otros sin tener cargo ni nombramiento”, aseguró un agente que trabaja en la cartera.

Otra fuente algo más suspicaz relata que “es muy factible que la ministra adorne a sus funcionarios con contratos profesionales para algún amigo o amiga”. Por ejemplo, una funcionaria que cobra como Subsecretaría un salario que no resulta demasiado atractivo, le consigue un contrato a un familiar que lo factura mediante el monotributo y de esa manera engrosa su ingreso.

Los perfiles laborales de los integrantes de este listado llaman mucho la atención, sobre todo porque sus capacidades y antecedentes, no parecieran guardar demasiada relación con las áreas de competencia de la cartera social. Repasemos algunos nombres.

Gonzalo Avetrani, por ejemplo, es un profesional formado en la Universidad de la Marina Mercante en temas de logística, que pasó por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en tiempos del primer gobierno de Horacio Rodríguez Larreta, pero hace unos cinco años que se desempeña en el ámbito privado, dentro de empresas de logística corporativa. Desde 2022 es Jefe de Compras en el Laboratorio GEMEPE.

Santiago Anziano está vinculado al mundo de la publicidad. Entre sus últimos hitos laborales figura el de haber encabezado el lanzamiento de la campaña de Heineken. Antes trabajo muchos años como Brand Manager para Estancia Las Marías, Taragüi y demás yerbas.

Maria Luisa Irigoyen es una profesional de emprendimientos inmobiliarios, que alquila casas de vacaciones en Costa Esmeralda y se dedica a la promoción del turismo. A esa misma empresa está vinculado Francisco Fasán, que figura como co-fundador y cuya principal actividad es el marketing.

Nicole Tatschke se desempeña como bancaria y es Licenciada en Economía y especialista en sistemas. Trabaja desde hace 9 años en el HSBC, la misma entidad en la que se desempeña Gonzalo Oule desde hace 14 años.

El listado al que accedió Data Clave incluye apenas a 18 contratados, que anualmente representan aproximadamente unos 250 millones de pesos¿Serán los únicos o estamos en presencia de un botón de muestra de un modus operandi mucho más extendido para “hacer caja”?

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