Christian SanzPortada

Hebe Casado subió la apuesta al infinito y el escándalo puede terminar en la intervención del PRO Mendoza

Una jugada riesgosa, que puede tener repercusiones judiciales de alto vuelo.

Christian Sanz
Christian Sanz

Ayer nomás, desconociendo una orden emitida por la Junta Electoral Nacional del PRO, Hebe Casado volvió a dar de baja todas las listas de Propuesta Federal, su competidora.

La decisión de la vicegobernadora denota lo obvio: teme perder la elección en la que se disputa el sello del PRO Mendoza y apela a artimañas de diversa índole.

Baste recordar que la resolución de la Junta Nacional del PRO, señala graves irregularidades en el funcionamiento del distrito provincial, el cual responde a la vicegobernadora.

Es una trama que viene contando en detalle —y en completa soledad— Diario Mendoza Today. Refiere a la falsificación de firmas para conseguir los pertinentes avales. También la utilización de personas fallecidas.

En tal contexto, en lugar de dar las explicaciones del caso, Casado decidió subir la apuesta, a sabiendas de que ello provocará, más temprano o más tarde, la intervención del partido a nivel provincial.

Desde Buenos Aires siguen de cerca el culebrón de marras y se muestran completamente azorados. Aseguran que jamás les pasó algo similar. Por eso analizan la referida intervención. Básicamente porque no quieren quedar “pegados” a tantas irregularidades, que investiga en estas horas la Justicia.

La pelea de fondo es más compleja: por un lado, aparece la figura de Alfredo Cornejo —hoy incómodo por toda la situación—; por el otro, está Omar De Marchi, quien monitorea en silencio todo lo que sucede. Se muere por hacer catarsis en redes sociales, pero cree que aún no es el momento. Pronto lo será.

Por su parte, Cornejo intenta despegarse del escándalo y, por carácter transitivo, de su vicegobernadora. En medio de todos los quilombos que lo acosan, este es un agregado inesperado.

Incluso si finalmente gana Casado la contienda, será una victoria pírrica, forzada. Lograda a fuerza de jugar sucio.

Así cualquiera puede vencer, no hay mérito en ello. Lo valioso es conseguirlo jugando limpio. Son parte de los códigos del republicanismo, más necesario que nunca en Mendoza.

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