Christian SanzPortada

🩺 La corrupción de los laboratorios medicinales y el derrotero de los visitadores médicos de Mendoza

Estiran los límites de la ética. Violan las leyes. Y encima ahora van contra los derechos de los APM.

Christian Sanz
Christian Sanz

Mientras estas líneas se escriben, una guerra sorda se disputa en Mendoza. Es una batalla bien lejana de las usuales preocupaciones de los ciudadanos de a pie, pero no deja de ser relevante porque involucra el siempre espinoso tema de los medicamentos y la salud pública. Desde un costado inesperado.

Por un lado, aparecen los agentes de propaganda médica (APM), más conocidos como “visitadores médicos”; por el otro, ostentosos laboratorios medicinales, esos que saben “levantarla en pala”.

Son firmas que suelen apelar a prácticas siempre reñidas con la ética a la hora de imponer puntuales productos medicinales. Lo imaginable, y lo inimaginable también.

Sus empleados no pueden quejarse: cobran salarios que superan a los de los demás rubros de la economía y suman a ello diversos beneficios. Desde viáticos hasta el pago de vales de nafta. Y mucho más.

Ello es así desde la memoria de los tiempos. Acaso desde que existe la profesión de agente de propaganda médica.

Pero no todo es color de rosa: a cambio, a los visitadores les piden dedicación casi completa. Que va más allá de su trabajo puntual de “visitar” galenos para recomendarles tal o cual producto.

Los APM deben resignar muchas veces sus fines de semana o feriados a efectos de “acompañar” a los médicos a diverso tipo de actividades y pasatiempos. Ello, como puede suponerse, es pagado por los laboratorios. En una suerte de presión para imponer sus marcas comerciales.

Amén de lo indecoroso de la situación, en la mayoría de los casos nada cobran los visitadores por hacer esa labor. Aún cuando muchas veces deben resignar festejos familiares u otro tipo de situaciones similares.

Y se pondrá peor: hay laboratorios que han empezado a impulsar restricciones laborales de diversa índole, a efectos de desactivar algunos de los beneficios que hoy ostentan los APM.

Desde las empresas farmacéuticas, los delegados gremiales intentan frenar esos intentos, con enorme dificultad, porque los bloquean con ingeniosas estrategias. Mucho no ayudan los sindicatos, dicho sea de paso.

En Mendoza, se destacan dos: AAPMRA y UVIMM, que siempre terminan operando para “la patronal”, por acción u omisión. Ya se dijo: los laboratorios tienen mucho dinero. Y el dinero compra cualquier voluntad.

Ello explica por qué los medios jamás se refieren a las prácticas indecorosas de esas empresas. Situaciones que en muchos casos violan artículos del Código Penal. Ilegalidad en estado puro.

Este cronista ha escrito infinidad de artículos al respecto, que provocaron el consiguiente intento de las empresas medicinales de censurarlos, dinero mediante. La última nota periodística fue publicada el pasado 30 de septiembre de 2023 en Diario Mendoza Today.

“Hay vacaciones pagas, adquisición de electrodomésticos, ropa, automóviles y hasta la recepción de dinero contante y sonante que los laboratorios aportan a los galenos a cambio de que estos receten sus especialidades medicinales”, se explicó entonces.

Ello acompañado por una reveladora entrevista a un reconocido médico, que supo ser director de un hospital mendocino. Allí mencionó a laboratorios de primer nivel como Roemmers, Roche, Glaxosmithkline, Gador y Bagó.

No se trata de los únicos implicados en las prácticas cuestionables: todas las grandes firmas hacen exactamente lo mismo. Con una impunidad que abruma.

No es solo una cuestión local, ni mucho menos: fuera de los límites de Mendoza y la Argentina, en otros lados del mundo, sucede exactamente lo mismo.

Cada tanto, algo se filtra a los medios, cuando el escándalo es mayúsculo, pero luego todo vuelve a la “normalidad”. Y los laboratorios regresan a sus cuestionables prácticas.

El dinero mueve al mundo. No es solo una frase… es un hecho.