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El espeluznante relato de un palestino que abusó sexualmente de una mujer israelí en un kibutz

Fue capturado a principios de este mes en Khan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza. El hecho sucedió durante el brutal ataque del 7 de octubre.

Las Fuerzas de Defensa de Israel divulgaron este jueves la confesión de un palestino que abusó sexualmente a una mujer israelí en un kibutz y asesinó a por lo menos un civil durante el brutal ataque del 7 de octubre.

Se trata del testimonio de Manar Mahmoud Muhammad Qasim, de 28 años y miembro de la Yihad Islámica, según reportó el portal Ynet.

El palestino fue capturado a principios de marzo por una fuerza de la Unidad 504 en Khan Yunis, sur de la Franja de Gaza. En su investigación describió con detalle y frialdad las atrocidades que cometió durante el ataque que desató la guerra.

En el interrogatorio llevado a cabo por miembros de la Unidad 504 de la Dirección de Inteligencia Militar, Qasim confesó que entró a Israel el 7 de octubre por una abertura de la valla fronteriza. Según afirmó, estaba armado con una pistola y dos granadas.

De acuerdo a su testimonio, llegó a un poblado que no precisó e irrumpió en una casa, donde se encontró con una mujer.

“La agarré y la tiré en el sofá. El diablo se apoderó de mí, la tumbé, empecé a desnudarla e hice lo que hice”, dijo. “Tenía el pelo no muy largo, así de normal, y era delgada. Vestía una pollera y una camisa blanca, y calzaba sandalias”, describió.

Su interrogador lo presionó entonces para que detalle que hizo y el hombre respondió: “Me acosté con ella. La violé”. Tras confesar la violación, señaló: “Ella me empujó, no duró mucho porque escuché gritos afuera… Dos minutos. Tal vez un minuto y medio”, indicó.

Qasim contó que enseguida entraron a la casa dos miembros de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa y se llevaron a la mujer y a su madre. Luego, comentó que se enfrentó a tiros y granadas con un civil israelí al que vio cómo caía muerto y finalmente escapó a Gaza hasta regresar a Khan Yunis.

Las Fuerzas de Defensa de Israel dieron a conocer el material y afirmaron que se trata de “una prueba más de la avalancha de asesinatos y violencia sexual perpetrada por las organizaciones terroristas el 7 de octubre, en un intento de hacer oír las voces de quienes ya no pueden contarlo”.

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