Christian SanzMendoza en foco

👎 Mendoza y el país, inundados de mediocridad y corrupción en todos los estratos

Es hora de cambiar las cosas, de una vez y para siempre. Solo hace falta valentía.

Poco a poco, la Argentina se hunde en el barro de la mediocridad. Es un proceso lento pero persistente. Que arrastra a todos los estratos de la sociedad, sin solución de continuidad.

La política, los medios, las instituciones… nadie zafa. Es una espiral de putrefacción que no depara nada bueno al final del camino. En su momento casi que pasaba desapercibido, pero últimamente es demasiado notorio. Todo se ha vuelto berreta, vulgar, incluso distorsionado. 

¿Dónde quedaron aquellos debates filosóficos de la política donde los que discutían destilaban conocimiento acabado sobre casi todos los temas? ¿Qué fue de aquellos que llegaban a la política cargados con un eficaz bagaje de buenas intenciones, siempre acompañados por la sapiencia de los que saben sobre los principales temas de coyuntura?

Hoy en día, cualquiera es ministro, secretario, diputado y senador. Poco importa que no tenga conocimiento de ningún tema en particular. O ningún conocimiento en absoluto.

¿Cómo puede un tipo de la calaña de Sergio Massa, con un pasado más que turbio, pretender ser presidente de la Nación? ¿O Santiago Cafiero, un completo ignorante, ser canciller? ¿Y el ex espía Rodolfo Tailhade, cómo es posible que sea diputado un tipo de tal calaña? El berretismo al poder.

El periodismo no es menos: la desinformación está a la orden del día. Se acabó el rigor de antaño por completo, ahora cualquier fake news es publicada como si fuera una verdad revelada. Y repetida una y otra vez, con una irresponsabilidad a prueba de balas.

En otro orden de cosas, la causa judicial que inició contra Massa quien escribe estas líneas avanza a paso de tortuga, como si una mano misteriosa comandara los destinos de ese expediente, que reposa en el despacho del juez Marcelo Martínez de Giorgi. Una situación suspicaz.

Dicho sea de paso, Daniel Guerra, quien jura que no es testaferro del hoy ministro de Economía ya encargó 8 carpas en nombre de este último para enero en el Balneario CR de Pinamar, a valor de 300 mil pesos cada una. El año pasado fueron “solo” 6. Dos menos.

Delicias de un país que, como se dijo, se encamina al declive irremediable.

En Mendoza, también abunda la mediocridad

Al igual que el país, la provincia se encuentra anclada en una insoportable anomia, con políticos que no atinan en sus decisiones y con medios de comunicación que idiotizan a los que los consumen. Nada dicen acerca de las cuestiones relevantes, ni por asomo.

Basten mencionar los desaguisados que avanzan en municipios como Guaymallén, gran aportante de pauta oficial, lo que lo convierte en un terruño intocable. 

Ciertamente, Mendoza es irremediable. Y la culpa pareciera no ser de nadie. O capaz es de todos. Quién sabe.

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