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Volvió el Futbol para Todos: es online, gratis… y bastante oscuro

Por Marcelo López Masia, especial para Diario Mendoza Today.

Desde hace varias semanas, millones de fanáticos del fútbol argentino pueden evadir el pago de las señales codificadas a canales como TNT Sports, Directv Play o bien Cablevisiòn Flow

Basta con ingresar a la plataforma futbolparatodos.online y ¡Voilá!

Todos los partidos de la Liga Argentina podrán verse con perfecta nitidez y sin delay a través de celulares, tablets, pcs, laptops o Smart Tvs. Varias preguntas al respecto:

1-¿Cómo puede ser que no se queje por esto Disney (Fox Sports), la compañía que paga cada año 45 millones de dólares por los derechos de estos espectáculos a la AFA, más los sueldos de periodistas, locutores y todo el desarrollo técnico?

2-¿Cómo puede ser que la página citada tenga la chance de colocar y cobrar avisos de anunciantes Premium como Chevrolet, Telecentro, mayoristas textiles, Kavak, Tuenti, Iplan, Microsoft, entre otros, además de propaganda política paga, fuera de los espacios cedidos?

3-¿Cómo puede ser que un negocio que se firmó hasta el 2030 con las autoridades deportivas de calle Viamonte sea boicoteado de una manera tan alevosa por unos simples “piratas” de la red?

En Estados Unidos el tema comenzó a ser investigado por varios legisladores del Partido Republicano, un sector abiertamente enfrentado con la compañía creada por Walt Disney.

Los diputados y senadores conservadores, además del gobernador de Florida y candidato presidencial Ron De Santis, quieren saber más sobre las andanzas en Sudamérica de este firma “woke” (progresista).

Concretamente, el senador texano Ted Cruz y la diputada por Florida María Elvira Salazar comenzaron a indagar si no existe un acuerdo espurio de connivencia con la Casa Rosada. ¿En qué consistiría el mismo?

Balcarce 50 pautaría verdaderas fortunas de publicidad institucional en las transmisiones de los partidos a cambio de que Disney no cuestione la “gratuidad de hecho” que hoy existe para seguir las alternativas deportivas.

De esta forma, la compañía norteamericana tendría garantizado cada año el dinero para el pago del canon y se quedaría como ganancia con los aportes de los incautos que aún siguen comprando el “pack fútbol”.

Todos ganan, menos el pueblo argentino que, una vez más, se hace cargo de abonar la “fiesta”.

 

Breve historia del “futbol gratis”

La idea original surgió en los años noventa con Benilde López Gutiérrez, una periodista deportiva que creó Arrasa Satelital y demostró que la disciplina preferida por los argentinos era capaz de autofinanciarse, sin necesidad de cobrar por sus espectáculos.

Compró cientos de parabólicas satelitales y las instaló en múltiples “puntos ciegos” del interior del país adonde no llegaban las transmisiones del producto “Fútbol de Primera”.

Su idea fue malversada por Néstor Kirchner en 2009, cuando se creara el Fútbol para Todos que le costaba al erario público 200 millones de dólares por año más los servicios técnicos de “La Corte” y la contratación de relatores y comentaristas a través de la firma “Farolito”.

A los pocos meses de su lanzamiento, todo giró hacia un sistema muy poco transparente donde se les prohibía a los sponsors privados participar en eventos que medían (en el caso de Boca y River) más de 25 puntos de rating cada semana, ya que se había terminado con la codificación de señales.

Al ver cerrada la puerta de semejante éxito artístico, las firmas particulares acudieron a una pequeña ventana que les abrieron los empresarios amigos de los Kirchner.

Les “sugirieron” que pautaran sus videos en las pantallas de LED de 230 metros que habían irrumpido en los campos de juego de toda Argentina.

Mientras unos vivos se quedaron con el aporte de 120 firmas de primer nivel nacional y global, la administración pública nacional perdió prácticamente todo, ya que no le permitían financiarse con los ávidos holdings que publicitaban de manera irregular.

Sus empresas aparecerían como telón de fondo del juego ya que se había modificado la forma de enfocar el juego. Durante 60 de los 90 minutos de cada match, el vallado electrónico ingresaba de manera subrepticia en la pantalla chica.

Se lo llamó “ráfaga” y los auspiciantes debieron pagar 100 dólares (como piso) por cada segundo de presencia en la cartelería.

Hubo 3.000 partidos (febrero 2009-diciembre 2015) porque se sumaron a la Primera División por decisión de Julio Grondona diez nuevos equipos. Además, se incorporó al Nacional B (habían descendido River e Independiente) y a la selección de Argentina.

Resumiendo: fueron 3000 encuentros x 60 minutos x 60 segundos x 100 dólares cada segundo: mil palos verdes.

Todo quedó en la nada, a pesar de las denuncias judiciales formuladas en la fiscalía del doctor Carlos Stornelli y el juzgado de María Capucetti.

Envalentonados por su impunidad, los K vuelven hoy a la carga y liberan de manera trucha las señales. Toda la “cuentita” se lo hacen pagar a Alberto Fernández (o sea, a nosotros).

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