Economía

Empleo, ahorro corriente, tamaño del Estado y más: la inquietante radiografía de la economía de Mendoza

Un documento del Consejo Empresario Mendocino muestra las luces y sombras de la provincia a nivel financiero.

En las últimas hroas, el Consejo Empresario Mendocino (CEM) elaboró un completo documento que permite radiografiar las finanzas de la provincia durante la década que va entre los años 2012 y 2022 (ver al pie).

De allí surge que la ejecución presupuestaria del Estado provincial cerró el año 2022 con superávit operativo, en línea con la estimación hecha por la misma entidad a fines del año pasado, acumulando dos años consecutivos de superávit, algo que no sucedía desde 2006.

En tanto, según el mismo paper el ahorro corriente alcanzó el 16,1% de los recursos corrientes. A su vez, del análisis de los números fiscales el CEM destacó algunos aspectos y tendencias:

Ahorro corriente: Luego de años de deterioro de esta variable, desde 2016 se observó un cambio de tendencia originado en que las erogaciones corrientes crecieron más lento que los recursos corrientes, lo que contribuyó a recuperar el ahorro corriente desde un déficit de 13,5% en 2015 hasta un superávit de 16,1% de los recursos corrientes en 2022. El superávit o equilibrio corriente es una regla fundamental para la sostenibilidad de las cuentas fiscales.

Empleo público: El empleo público creció 7,5% entre 2011 y 2022, desde 103.423 hasta 111.160 cargos y contratos. En igual período, el empleo privado estuvo prácticamente estancado. Entre 2011 y 2015 la planta estatal aumentó casi 10%, más que duplicando el crecimiento poblacional. Desde 2016 hubo un esfuerzo por adecuarla, reduciéndola 3,5% entre 2015 y 2019. Desde entonces el empleo público creció 1,5%, menos que la población. Hoy la Provincia emplea 54,7 trabajadores cada 1.000 habitantes (2015: 60). En 2012 el gasto en personal representaba el 59% de los recursos corrientes, registro que alcanzó el 65% en 2015, para ubicarse en 42% en 2022.

Erogaciones de capital: Promediaron 6,8% de los recursos corrientes entre 2012 y 2016 y 9,8% entre 2017 y 2019. En pandemia cayeron, para recuperar terreno hasta el 11,2% de los recursos corrientes en 2022, alcanzando niveles prepandemia. En los últimos años, las erogaciones de capital representan una porción mayor de las erogaciones totales. Esto es posible cuando las cuentas fiscales están ordenadas. En conjunto, los trabajos públicos y las transferencias para erogaciones de capital promediaron 5,8% de los recursos entre 2012 y 2015, y 3,8% en 2016, comenzando en 2017 una recuperación que se consolidó los dos siguientes años. En 2020 caen significativamente, creciendo desde entonces hasta alcanzar 6,5% en 2022, por encima del promedio de la década.

Tamaño del Estado: En la última década, signada por el estancamiento económico, el gasto público provincial en relación al PBG aumentó un 3% (2012: 20,6%; 2022: 21,3%). Se distinguen tres etapas: a) crecimiento sostenido del gasto entre 2012 y 2015, b) amesetamiento del gasto entre 2016 y 2019; c) gasto a la baja entre 2019 y 2022.Un Estado más grande debió ser financiado por un sector privado cada vez más pequeño.

Presión tributaria: El gasto creciente requirió de una mayor presión impositiva efectiva, que se incrementó fuertemente entre 2010 y 2014 y que llegó a 7,9% en 2017, iniciando entonces una tendencia bajista hasta el 6,6% en 2022. Aun así, en la actualidad este indicador más que duplica su valor de 2004 (3,2%).

Un Estado austero y de un tamaño financiable para el sector privado, es un aporte fundamental a la competitividad de nuestra economía. “Entendemos que el proceso de adecuación del gasto público iniciado en 2016 debe seguir y profundizarse, enfatizando en la calidad y eficiencia del gasto, acompañado de una baja en la presión tributaria que impulse la inversión y el empleo formal privado. Mirando hacia adelante, el escenario fiscal actual es distinto al de los años de déficit. Los superávits alcanzados pueden ayudar a fortalecer una agenda de competitividad mediante la reducción de la carga tributaria, la promoción de inversiones y la realización de inversión pública prioritaria”.

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