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Las absurdas contradicciones y desigualdades en la Venezuela socialista

La economía en el país caribeño ha mejorado, sin embargo, gran parte de la población sigue viviendo en la pobreza sin acceso a esa mejor vida de la que gozan pocos.

La revolución socialista en Venezuela prometió generar equidad y acabar con la desigualdad, para que la población en su conjunto pueda tener un nivel de vida similar, digno. Sin embargo, cada día es más notoria la desigualdad en la sociedad venezolana. En Caracas abren tiendas de marcas de lujo, restaurantes, concesionarios de autos Ferrari mientras que gran parte de la población vive en la pobreza.

Desde hace más de una década la economía en Venezuela a traviesa una profunda crisis que sumió en la miseria a una parte importante de la población y obligó a emigrar del país millones de personas. No obstante, ante un dolarización de la economía de hecho pero no oficial, hay señales de que las cosas poco a poco parecen acomodarse. Por ejemplo, el país caribeño ya no enfrenta la escasez de productos como ocurrió años atrás y la pobreza ha comenzado disminuir, pero sigue quedando una porción grande de la población que no pueda acceder a esa nueva vida de más confort.

Gracias a que Estados Unidos redujo las sanciones contra el país, la dictadura de Nicolás Maduro ha encontrado un poco de aire de la mano de una economía que salió de su estado terminal, con una hiperinflación que se ha moderado, a pesar de que los precios continúan triplicándose y la situación sigue siendo de las peores del mundo.

Una reportaje del New York Times muestra cómo la realidad en el país ha cambiado desde que la dictadura de Maduro facilitó el acceso al dólar y con una actividad comercial que poco a poco vuelve a funcionar.

Según una encuesta nacional realizada por el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello en Caracas, Venezuela se convirtió en una de las sociedades más desiguales del mundo; es cada vez más un país de ricos y pobres.

El dictador Maduro ha resaltado un crecimiento del 15% de la economía en 2022, y un aumento de las exportaciones y de recaudación de impuestos. Sin embargo, mucho expertos señalan que ese crecimiento de la economía es más un efecto rebote por la estrepitosa caída de la misma en años anteriores.

El crecimiento económico que ha registrado Venezuela es desigual, además de “muy pequeño” con respecto al tamaño del producto interno bruto (PIB) de 2013, antes de que comenzara una recesión que se prolongó por los siguientes 7 años, dijo a la agencia de noticias EFE el economista y profesor universitario Omar Zambrano.

“Es una recuperación extremadamente pequeña con respecto a lo que nos pasó: una economía que estuvo cayendo siete años y que se redujo al 20% de su tamaño. Lo que nos ha pasado es muy pequeño y muy reciente como para poder caracterizarlo como una recuperación poderosa”, dijo el experto durante el foro virtual “Libertad Económica y Venezuela”.

Los números parece indicar esa leve mejora de la situación en el país caribeño, con la mitad de la población viviendo en la pobreza frente al 65% en 2021.

Según la encuesta mencionada, Venezuela cada día se parece más a algunos países africanos que tienen las tasas de desigualdad más altas del mundo: los venezolanos más ricos son 70 más ricos que los más pobres.

Además, no toda la población tiene la facilidad de acceder a dólares. Por lo general quienes puede acceder a la moneda estadounidense son personas cercanas al régimen chavista o personas involucradas en actividades ilícitas.

También, gran parte de lo que mueve la economía venezolana está relacionado con actividades ilegales como el contrabando de alimentos, diésel, personas y gasolina.

El lujo excesivo de algunas zonas de Caracas contrasta con la dura realidad del país: uno de cada tres niños sufrió de desnutrición en mayo de 2022. Y la mayoría de la población sobrevive en el día a día con el equivalente a unos poco dólares.

En Venezuela, el salario mínimo, así como la pensión que reciben más de cuatro millones de adultos mayores, ambos de 130 bolívares mensuales, equivalen a unos 5,9 dólares, cuando un kilo de carne de res lo venden en carnicerías y supermercados entre 8 y 10 dólares.

En enero miles de empleados públicos y pensionado protestaron contra el régimen chavista para exigir una mejora en los salarios que reciben.

Con pancartas con frases como “Sueldo mínimo a Maduro para que sepa lo que es duro”, los trabajadores exigieron un salario que se equipare al costo de la canasta básica de alimentos, que alcanzó en diciembre los 485,06 dólares para una familia de cinco personas, según estimaciones independientes.

Sin embargo, el dictador Maduro ha hecho caso omiso a estos reclamos y solo se centra en resaltar los indicadores de crecimiento en el país.

Parece que el enfermo se recupera, se detiene, camina y corre”, dijo en un discurso reciente el dictador caribeño.

Esta mejora se debe, en parte, a que Estados Unidos alivió la sanciones a Venezuela.

Personas pasan frente a una tienda de comestibles con carteles que anuncian los precios de los alimentos, en Caracas (REUTERS/Leonardo Fernandez Viloria)Personas pasan frente a una tienda de comestibles con carteles que anuncian los precios de los alimentos, en Caracas (REUTERS/Leonardo Fernandez Viloria)

En noviembre, el gobierno estadounidense autorizó al gigante energético Chevron a retomar parcialmente sus actividades de extracción de petróleo en Venezuela, tras la firma de un acuerdo entre el régimen venezolano de Nicolás Maduro y la oposición en México.

Según el Departamento del Tesoro, Chevron puede retomar en parte las actividades de la empresa de la que es copropietario en Venezuela junto con la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), siempre que se asegure de que esta “no reciba ningún ingreso de las ventas de petróleo realizadas por Chevron”.

Pero algunas sanciones se mantienen, y Washington aún prohíbe las compras de crudo a PDVSA. Sin embargo, con la ayuda de Irán, el régimen chavista se las ha arreglado para aumentar las ventas de petróleo en el mercado negro con China como beneficiaria.

Otro aspecto en el que se ha beneficiado el régimen de Maduro está centrado en el cambio en la geopolítica regional: algunos países de América Latina como Colombia, México, Argentina y recientemente Brasil están gobernados por presidentes de izquierda. Y el nuevo presidente colombiano Gustavo Petro normalizó las relaciones entre las dos naciones hermanas luego de que estás se vieron dañadas durante el gobierno de Iván Duque.

Ante este presente en apariencia positivo para el chavismo, Maduro parece confiado de su futuro político con unas elecciones presidenciales que se celebrarán el próximo año.

El tema de la inflación sigue siendo un grave problema para la economía del país, que aunque ya no padece de una hiperinflación, estimaciones privadas dieron cuenta de que, en 2022, esta sobrepasó el 300 por ciento. La ONG Centro de Difusión del Conocimiento Económico (Cedice) precisó que fue del 310,33%, mientras que el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) la calculó en 305,7%.

Las principales subas de precios se registraron en el sector de los alimentos, con aumentos de hasta 332,43%. En tanto, sólo durante el último mes del año, los precios de la vestimenta y el calzado sufrieron subas que alcanzaron el 57,8%, seguidos del equipamiento para el hogar, con el 55,8%: restaurantes y hoteles, con 55,4%; y esparcimiento, que aumentó un 53,9%, detalló el OVF.

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