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A pesar de las protestas, el Parlamento francés dio media sanción a la reforma previsional de Macron

Francia se enfrentó a un séptimo día de manifestaciones el sábado contra los impopulares planes de reforma de pensiones del presidente

Francia se enfrentó a un séptimo día de manifestaciones el sábado contra los impopulares planes de reforma de pensiones del presidente Emmanuel Macron, en medio de huelgas continuas que han afectado refinerías, transporte público y recolección de basura.

Una coalición de sindicatos franceses, que mantiene una rara muestra de unidad desde que se lanzó el movimiento de protesta a finales de enero, espera seguir presionando al Gobierno para que retire la reforma, cuya medida clave es una prórroga de dos años de en la edad de jubilación, a 64 años.

Según cifras del Ministerio del Interior, se espera que hasta 1 millón de personas participen en más de 200 marchas en todo el país mientras el Senado continúa revisando la reforma, con una posible votación del texto en la Cámara Alta del Parlamento prevista para este domingo por la noche.

Las manifestaciones comenzaron a las 10 (hora local) en las calles de las principales ciudades, incluidas Toulouse y Niza.

El martes pasado, más de un millón de personas salieron a las calles en manifestaciones, la participación más alta desde el inicio del movimiento de protesta, según cifras del gobierno. Los sindicatos estimaron el total en 3,5 millones de personas.

Las encuestas de opinión muestran que la mayoría de los votantes se oponen al plan de Macron, mientras que una pequeña mayoría apoya las acciones de huelga.

Un portavoz de TotalEnergies dijo a Reuters que las huelgas continúan en las refinerías y depósitos franceses de la gran petrolera, mientras que el operador ferroviario público SNCF dijo que los servicios nacionales y regionales permanecerán fuertemente interrumpidos durante el fin de semana.

En París, la basura continúa acumulándose en las calles y los residentes mencionan una presencia creciente de ratas, según los medios locales.

El Senado de tendencia derechista, alineado con el partido centrista Renaissance de Macron, debería votar a favor de la reforma de las pensiones pero, en ese caso, el proyecto de ley será revisado por un comité conjunto de legisladores de la cámara alta y la baja, probablemente la próxima semana.

Si el comité está de acuerdo con un texto, es probable que se lleve a cabo una votación final en ambas cámaras pero, en la cámara baja del Parlamento, donde la mayoría del partido de Macron es relativa, el resultado de tal votación aún parece incierto.

Aún pueden pasar muchas cosas la próxima semana“, dijo a la radio Franceinfo Marylise Leon, secretaria general adjunta del sindicato CFDT, el más grande del país. “¿Se votará el texto en la Asamblea Nacional? Tenemos que movilizarnos. Es ahora o nunca“.

Hay un día adicional de huelgas y protestas planeado en todo el país para el 15 de marzo.

A pesar de ello, el Senado francés aprobó anoche la polémica reforma del sistema jubilatorio que ahora queda a un paso de su sanción pese a multitudinarias protestas en su contra.

La votación fue un paso clave para la puesta en vigor de la reforma que eleva la edad jubilatoria de 62 a 64 años, que aún debe ser votada en la Asamblea Nacional, la Cámara Baja del Parlamento francés, esta semana.

Se dio un paso importante“, declaró la primera ministra Elisabeth Borne, después de que 195 senadores votaran a favor y 112 en contra.

A pesar de los intentos de obstrucción por parte de ciertos grupos, el debate democrático se llevó a cabo“, señaló.

Borne aseguró que el Gobierno “seguirá poniendo (su) energía con todo” para ir “hasta el final del proceso democrático y que este texto sea votado”, informó la agencia de noticias AFP.

Según los sondeos, dos de cada tres franceses se oponen al plan del Ejecutivo de retrasar la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030 y de adelantar a 2027 la exigencia de cotizar 43 años (y no 42 como hasta ahora) para cobrar una pensión completa.

El rechazo se plasmó en las protestas, pero también en huelgas en los transportes y el sector de la energía.

La tensión sobre la reforma alcanzó su máximo nivel esta semana tras las negativas de Macron a reunirse con los sindicatos, lo que provocó un “gran enfado“, según Philippe Martinez, líder del sindicato CGT.

Cuando hay millones de personas en las calles, cuando hay huelgas y todo lo que obtenemos de la otra parte es silencio, la gente se pregunta: ¿Qué más tenemos que hacer para que se nos escuche?“, dijo, pidiendo un referéndum sobre la reforma.

Ya que está tan seguro de sí mismo el presidente de la República, debería de consultar al pueblo. Veremos cuál es la respuesta del pueblo“, propuso.

Imploro a quienes dirigen este país que salgan de esta forma de negación del movimiento social“, insistió su homólogo de la CFDT, Laurent Berger.

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