Este lunes, el gobierno de Mendoza publicó con bombos y platillos que firmó un contrato de adjudicación por 50 años a una de las empresas adjudicatarias, Mendo Travel SRL, para la “realización del anteproyecto, proyecto ejecutivo y posterior ejecución de las obras para el desarrollo turístico de un sector del Perilago”.
A tal respecto, el secretario de Ambiente y Ordenamiento territorial, Humberto Mingorance, expresó: “Hoy estamos presenciando un hito en la historia de Mendoza. Luego de 20 años desde la emisión del decreto de zonificación del Perilago de Potrerillos para su desarrollo turístico, se está firmando el contrato con una de las empresas ganadoras del concurso de proyectos integrales para el desarrollo del nuevo polo turístico”.
Es curioso que le hayan dado el millonario negocio a Mendo Travel, ya que acumula juicios por apremio e incluso un litigio laboral (ver al pie). A su vez, aparece inactiva desde hace más de un año en movimiento impositivo.
La respuesta de por qué le otorgaron el curro es simple: según aseguraron a este diario tres fuentes independientes, detrás de esa firma aparecería la figura de Fernando Porretta.
“Los vínculos son fáciles de comprobar viendo los socios de la empresa, aparte los micros de Mendo Travel son alquilados a Sendas, que es del dueño de CEOSA”, dijo uno de los informantes a Mendoza Today. Un gran conocedor del rubro de la construcción en la provincia.
A su vez, en las fotos que difundió el gobierno provincial este lunes puede verse a Federico Basile firmar en nombre de la empresa. Basile es el contador y hombre de confianza de Porretta.
Mendo Travel, CUIT 30-70767966-9, fue creada por contrato social el 10 de mayo de 2001 y fue inscripta como “servicio de transporte automotor urbano y suburbano no regular de pasajeros de oferta libre, excepto mediante taxis y remises, alquiler de autos con chofer y transporte escolar (incluye servicios urbanos especiales como charters, servicios contratados, servicios para ámbito portuario o aeroportuario, servicio de hipódromos y espectáculos deportivos y culturales)”.
Como diría el Quijote, “cosas vederes Sancho, que no crederes”.
