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Gabriel Boric militarizó el sur de Chile: las 5 claves de la escalada del conflicto mapuche

Anunció un estado de excepción en la región de la Araucanía y la provincia de Biobío. Los militares tomarán el control de las rutas y un sector mapuche llamó a una “resistencia armada”. Por Gonzalo Bañez, TN.

En lo que significa un fuerte giro para el presidente Gabriel Boric, Chile anunció un estado de excepción en parte del sur por la creciente ola de violencia en los últimos meses por parte de grupos que reivindican los principios mapuches.

Tras una tensa reunión con los partidos de la coalición oficialista, la ministra del Interior –Izkia Siches- y la de Defensa –Maya Fernández- anunciaron que habían decidido militarizar las rutas de la región de la Araucanía y las provincias de Arauco y Biobío.

Es el mismo estado de emergencia que aplicó Sebastián Piñera cuando era presidente con el fin de contener la violencia en el sur. Durante la campaña electoral Boric criticó fuertemente esta medida y cuando asumió su mandato decidió directamente revocarla. Desde marzo las fuerzas militares ya no tenían control sobre las rutas.

Boric dilató su decisión para no dejar tan expuesta su marcha y contramarcha ante una creciente presión social por la inseguridad en todo el país, la inédita inflación en un país que se había desacostumbrado al aumento de precios y los cada vez más repetidos hechos de violencia en el sur del país.

 

Una medida con más poder a los militares

La constitución chilena –que está siendo revisada por la Convención Constituyente- prevé distintos mecanismos de emergencia ante distintas situaciones. Uno de ellos es el estado de excepción que el gobierno chileno anunció ayer y presentó hoy oficialmente.

Tal como explicó la ministra del Interior, muy cercana al presidente Boric, esta nueva medida estará “acotada” al control militar en las rutas y los principales caminos de acceso a la región de la Araucanía y le provincia de Biobío.

Los militares responderán a un jefe de Defensa Nacional nombrado específicamente para esta situación –serán Jorge Parga y Edward Slater– y estarán desplegados, en principio, durante 15 días. Ese es el tiempo previsto para el estado de excepción, aunque luego puede prolongarse como sucedió el año pasado.

Habrá controles y retenes con vehículos militares en los principales accesos y los uniformados tendrán la potestad de responder a las situaciones que ellos consideren de riesgo o amenaza. Falta la publicación del detalle de la resolución.

 

Respuesta a una creciente violencia

En lo que algunos medios chilenos -como La Tercera- llaman una “derrota ideológica” de Boric, el presidente chileno tuvo que avanzar en la aplicación de esta medida por la creciente ola de violencia que sacude a todo Chile, pero sobre todo al sur del país.

Consultados por este artículo, desde la gobernación de la Araucanía detallaron que en los últimos meses hubo entre 15 y 20 atentados de grupos violentos en distintos pueblos y ciudades de la región por día.

La mayoría de estos ataques, explicaron, están dirigidos contra las empresas forestales, campesinos y camiones que circulan por la zona. Los atacantes reivindican los principios de la comunidad mapuche y justifican sus actos “porque son áreas que fueron ocupadas” a los pueblos originarios.

 

Resistencia armada y denuncia por “presos políticos”

Ya hace una semana, y con el rumor cada vez más fuerte de que habría un estado de excepción en la Araucanía, uno de los grupos radicales mapuches llamó a una “resistencia armada” ante la decisión del Gobierno nacional.

Fue así que Héctor Llaitul, líder de la Coordinadora Arauco-Malleco (CAM) declaró: “A preparar las fuerzas, a organizar la resistencia armada por la autonomía, por el territorio y autonomía para la nación mapuche”.

Esto se suma a una marcha convocada para este miércoles en la cárcel de Temuco, donde se alojan decenas de personas que fueron detenidas en el último tiempo acusados por distintos actos vandálicos y de violencia en el sur de Chile. Piden que los liberen y los consideran “presos políticos”.

 

Presión política sobre Boric

Es importante que el Gobierno haya tomado esta medida, aunque pasaron 50 días y perdimos tiempo valioso para controlar la situación de violencia”, aseguró Luciano Rivas Stepke el gobernador de la Araucanía. Es un reflejo de la presión de la oposición a Boric.

En la misma línea, en diálogo con TN el diputado por la Araucanía Miguel Mellado Suazo consideró que “hubo un mal diagnóstico del Gobierno” aunque celebró esta última decisión.

También consideró que “esto va a ser peor si efectivamente no se le pone atajo con las fuerzas armadas”, al tiempo que pidió “frenar” cuanto antes esta situación porque “sino se van a terminar enfrentando chilenos con chilenos”.

 

Caída en la aprobación de Boric

Hace unas semanas se conoció que la aprobación al presidente chileno se derrumbó hasta cerca de un 35% cuando todavía no había cumplido ni dos meses de mandato. Fue una caída rápida y pronunciada que respondió, según los expertos a distintas situaciones.

En primer término, el bolsillo. La semana pasada se supo que la inflación de abril de Chile fue de 1,4% y el interanual llegó a 10,5%. Índices muy elevados para un país que se había acostumbrado a vivir casi sin aumento de precios en los últimos años.

Eso, sumado a los repetidos hechos de inseguridad aumentaron el malestar de la población. En la región metropolitana de Santiago se repitieron robos y asaltos en los últimos meses, lo que llevó al Gobierno a aumentar la seguridad en muchos barrios.

En parte, la opinión pública había pedido más medidas para detener esta incipiente ola que podría descontrolarse, según sentían. Este estado de excepción viene a tratar de contener y mejorar una imagen presidencial que mostró leves signos de repunte.

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