👮‍♀️ Tras el megaoperativo en Godoy Cruz, ¿cómo sigue la lucha contra el narcotráfico en Mendoza?

Este martes, un megaoperativo desplegado por la Policía de Mendoza en el barrio Campo Pappa y alrededores del Oeste del departamento de Godoy Cruz, sorprendió a propios y ajenos.

Se trató de puntuales allanamientos que culminaron en la detención de 63 personas, el secuestro de armas y la desactivación de kiosquitos que comercializaban estupefacientes.

A primera vista, pareció que la movida fue exitosa por demás. Algo pocas veces visto incluso. Pero, ¿realmente fue así?

Si se toma en cuenta la cantidad de droga secuestrada, pareciera que no. A pesar de que el operativo se hizo en pleno centro neurálgico de venta de estupefacientes, no se secuestró nada de nada.

Esto lleva a preguntarse otra cuestión: ¿Sabían los narcos que habría múltiples allanamientos en esa zona específica de Godoy Cruz? Es probable que sí.

Este mismo diario recibió la “filtración” de que habría un operativo sorpresa horas antes de que ocurriera. Ergo, bien podrían los narcos haber recibido el mismo mensaje. O similar.

No obstante lo dicho, amerita destacar que los funcionarios mendocinos se hayan abocado a avanzar contra los mercaderes de la muerte de la provincia. Pareció incluso una respuesta a este medio luego de las diversas notas editoriales que supieron comparar a Mendoza con Rosario.

Más aún: el hecho de que allanaran los mismos domicilios que este diario venía señalando, merece una doble felicitación.

Sin embargo, no hay que quedarse con lo hecho. Es solo la punta del iceberg. Hay aún otras bandas y kioscos de drogas que funcionan durante las 24 horas del día. No solo en Godoy Cruz, sino también en Guaymallén y Las Heras. Hacia allí debe dirigir sus esfuerzos la ministra Mercedes Rus.

A su vez, se debe enfocar el trabajo no solo en la oferta, sino también en la demanda. Hay cada vez más personas adictas a las drogas y, si ven que cierran ciertos lugares de compra, buscarán otros donde adquirir lo que buscan. Por eso hay que desalentar el consumo.

El principal desafío son los jóvenes, que no solo están atrapados en la trampa de los narcóticos, sino que muchas veces terminan siendo “soldaditos” de los narcotraficantes.

Ciertamente, carecen de alternativa. No consiguen trabajo, no los atrae el estudio y sus familias no los contienen. Por si fuera poco, el Estado permanece ausente.

Y en ese contexto, la ausencia termina siendo ocupada por los líderes de las bandas que asolan la provincia. Ellos les ofrecen contención, trabajo y, sobre todo, un jugoso salario. ¿Cómo competir con ello?

Tarea para la casa para el gobierno de Mendoza. Porque los operativos son muy vistosos, sí, pero no alcanzan.