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Según el presidente de la AGN, “una eventual expulsión de Petri de la UCR la debe resolver su distrito, Mendoza”

Jesús Rodríguez sostuvo que el radicalismo debe mantener su histórica posición reformista. "Aspiramos a ser gobierno para transformar la realidad en función de la libertad y la igualdad", indicó.

Este lunes, el presidente de la Auditoría General de la Nación, Jesús Rodríguez, habló sobre la división de la UCR frente al gobierno de Javier Milei y la particular situación del mendocino Luis Petri. Lo hizo en en Modo Fontevecchia.

Entrevistamos a Leopoldo Moreau hace muy poquito y él decía que el radicalismo va camino a su extinción dividido en tres sectores. ¿Cuál es tu propia visión del futuro del radicalismo?

El radicalismo tiene una extendida historia. Así como aquellos que piensan que el capitalismo se murió tantas veces, hay muchos otros que vienen desde hace más de cien años pronosticando la muerte del radicalismo. Lo cierto es que es un partido político que administra cinco provincias y participa en el gobierno en otras dos con sus vicegobernadores. Así que estamos hablando de que un tercio de las provincias argentinas tienen gobiernos radicales. 

Difícilmente alguien pudiera decir que la situación es como la que me acabas de citar. Yo pienso que la Argentina necesita una propuesta que incluya los valores del radicalismo: la calidad institucional, el respeto a las normas, la movilidad de acuerdos y consensos, una política exterior responsable, prudencia en el manejo de las finanzas públicas, una visión de tener más mercado y mejor Estado. Esto es lo que contribuirá a que la Argentina avance y creo que eso es lo que expresa el radicalismo.

El radicalismo está jugando un rol para poder acelerar una reforma que actualiza el presupuesto universitario. De hecho, buena parte de las conducciones universitarias han participado activamente en las movilizaciones, pero al mismo tiempo, en este momento, es la fuerza que presentó una ambiciosa reforma laboral. Algunos especulan que después del gobierno de De la Rúa era muy difícil pensar que el radicalismo volviera a insistir con una reforma laboral, pero esto ha puesto al radicalismo en otro lugar, en la interlocución con el Gobierno Nacional y con un Javier Milei que denostaba al radicalismo. Sin embargo, fue finalmente el radicalismo el que le aportó una versión mucho más ambiciosa, ahora edulcorada, de la reforma laboral. ¿Cómo definiría este momento del partido centenario?

El radicalismo tiene una posición reformista en el sentido de que la Argentina necesita, el de introducir cambios en su estructura productiva y en sus relaciones entre los sectores económicos y sociales, para que mejoren y hagan más eficiente la producción. Al mismo tiempo, esa posición reformista viene de la mano de un éxito responsable de parte de un partido de gobierno.

Nosotros no somos una representación testimonial de la política argentina. Aspiramos a ser gobierno para transformar la realidad en función de ideales que vienen del fin de los tiempos, que son la libertad y la igualdad.

CM: En ese contexto, habrá visto que incluso hasta del peronismo, o incluso de Hacemos Coalición Federal, se han mostrado sorprendidos ante la profundidad de la reforma laboral que presentó el radicalismo. Algunos consideran que quienes tratan de impulsar, por fuera del diálogo que mantienen con el Gobierno nacional, un nivel de oposición con el oficialismo, como le pasa a Martín Lousteau, terminan pagando un alto costo. ¿No creen que eso desdibuja al radicalismo como una fuerza opositora? 

En relación a los partidos políticos, siempre creí y sigo creyendo que son más importantes las posiciones institucionales, orgánicas, que las actitudes individuales. Por eso siempre, más allá de respetar todas las opiniones, yo me guío por las decisiones institucionales mayoritarias de los cuerpos colectivos.

El presidente de la juventud radical, Agustín Rombolá, pidió que el radicalismo expulsara del partido al ministro de defensa Luis Petri. ¿Cuál es tu propia opinión al respecto?

Es una decisión que corresponde a la jurisdicción en la cual está afiliado la persona, en este caso la provincia de Mendoza, que puede presentarse cualquier ciudadano allí y pedir esa sanción. Es decir, una eventual expulsión de Petri de la UCR la debe resolver su distrito, Mendoza. 

Hay, quiero aclarar, instancias que garantizan el derecho a la defensa y aseguran que las decisiones de quienes toman intervención en estos temas, que juzgan la conducta de los afiliados, sean ajustadas a derecho. Por ejemplo, y empezando por lo que me recordaba cuando empezó esta conversación, el señor diputado Moreau en su momento fue expulsado de la UCR.

Ayer fue el cumpleaños de Karl Marx y había un tuit que decía que era escritor, autor de El Capital y fundador de la UBA y de la Feria del Libro. Más allá de la chanza, ¿cómo ves la relación entre el gobierno de Milei y, podríamos decir, la cultura y el pensamiento en su conjunto?

Es llamativo y forma parte de esas posiciones extravagantes. Que se pretenda que la Agenda 2030, que establece los objetivos de desarrollo sostenible y que más de 190 países del mundo se comprometieron en las Naciones Unidas para llevar adelante, sea un triunfo cultural del comunismo, creo que es una de las cuestiones más insólitas que uno pudo haber escuchado.

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