De padre heladero y familia acomodada: el pasado desconocido de Emilio Pérsico
Por Pablo Dócimo, especial para Diario Mendoza Today.
Sin negar el contenido de la presentación, el dirigente social y ex funcionario Emilio Pérsico salió a responder la denuncia que presentó en su contra el Gobierno y sostuvo que se trata de un expediente que ya tuvo “curso legal porque lo había presentado la Coalición Cívica” y que en 2019 “ya fue desestimado”.
Pocos saben que su padre fue heladero y que proviene de una de las familias tradicionales de La Plata, donde se asentaron las conocidas heladerías Pérsico. Sí es sabido que fue montonero y que participó de la resistencia de ese sector armado del peronismo durante la dictadura militar.
Su historia política comienza a los 14 años militando en la Unión de Estudiantes Secundarios en La Plata, en la Alianza de la Juventud Peronista, en 1971; fue militante de la JP en el proceso de unidad de FAR y Montoneros, la UES y el Frente de Estudiantes Peronista.
En los 70 conoció a Horacio Verbitsky, pero siempre tuvieron una relación distante. “Emilio siempre estuvo lejos de la cúpula de Montoneros, era un militante territorial, lo opuesto a Horacio, que era un militante de escritorio“, describió una fuente, al explicar la vieja y conflictiva relación entre ambos.
Hoy, Pérsico, conductor del MTD Evita (Movimiento de trabajadores desocupados Evita) mantiene en lo político su identidad como uno de los referentes principales del Movimiento Patriotico Revolucionario Quebracho, y forma parte de una célula de izquierda armada con milintantes y “tumberos”, ya que se sabe que estos grupos de ultra izquierda como el MTD Evita y Quebracho, tienen en sus filas “grupos de choque” que rozan más la delincuencia que la militancia.
Esto, quedó demostrado el martes 25 de marzo de 2008 cuando, junto con su “camarada” Luis D’Elía, respondiendo al llamado de Néstor Kirchner, Pérsico fue a Plaza de Mayo a reprimir a los ciudadanos que se habían auto convocado para manifestarse en contra de las medidas del gobierno, al mejor estilo de las “brigadas chavistas”, de quienes, dicho sea de paso, reciben además de instrucción subversiva dinero del pueblo venezolano.
Pérsico justificó la represión piquetera diciendo cosas como: “La Revolución Libertadora estuvo en la Plaza y los corrimos”, “Una cosa es no estar de acuerdo y otra intentar voltear a un gobierno”, “Nunca ví juntar tanta gente tan rápido, no se de dónde vinieron”, “Una cosa es que no estemos de acuerdo con el gobierno y otra cosa es intentar voltearlo”.
Además, el dirigente del Movimiento Evita dijo que en Latinoamérica los golpes ya no eran militares sino políticos y económicos, calificando la manifestación como un golpe y comparó la convocatoria con la marcha de Corpus Christi contra Perón.
Pérsico, típico dirigente trotskista que trata de imponer su criterio por la fuerza —y que permanentemente reclama por “libertad”—, es de aquellos que se victimizan cuando generan violencia, pero son precisamente quienes coartan la libertad de quienes piensan distinto.
Las pruebas saltan a la vista…