Las 20 palabras que Kamala Harris debe pronunciar para ganar

“Joe y yo acertamos en muchas cosas, pero también nos equivocamos en algunas - y esto es lo que he aprendido”. Por Paul Krugman.

“Joe y yo acertamos en muchas cosas, pero también nos equivocamos en algunas – y esto es lo que he aprendido”.

Para mí, pronunciar esas 20 palabras, o algo parecido, es la clave para que Kamala Harris gane el debate del martes contra Donald Trump, y las elecciones.

Si las pronuncia, mejorará enormemente sus posibilidades de ganar a más votantes indecisos en esta reñida carrera. Si no las pronuncia o sigue disfrazando sus cambios políticos con la incoherente declaración que utilizó en la entrevista de la CNN -que si bien sus posiciones pueden haber cambiado sobre el fracking y la inmigración, “mis valores no han cambiado”-, tendrá dificultades.

Señora Vicepresidenta, si dice que sus posiciones han cambiado pero sus valores no, ¿qué significa eso? ¿Y qué debemos esperar de su presidencia, sus valores o sus acciones? Nuestra última encuesta muestra que demasiados votantes aún no lo saben.

Está bien decir: “Aprendí mucho como vicepresidente. Estoy orgulloso de nuestra trayectoria de situar a Estados Unidos en una senda sostenible hacia un futuro de energía limpia. Nos hará más seguros y más prósperos. Pero también veo que no podemos conseguirlo de la noche a la mañana. Por razones tanto de seguridad económica como de seguridad nacional, necesitamos ahora mismo una estrategia energética integral. Así que pueden confiar en que en una presidencia de Harris, Estados Unidos seguirá liderando el mundo en la explotación de nuestras ventajas en petróleo y gas, pero lo haremos de la forma más limpia posible y haciendo la transición lo más rápidamente posible”.

Está bien decir: “El presidente Biden y yo heredamos una cruel política fronteriza de Trump que incluía separar a los padres de sus hijos. Quizá, por un exceso de compasión, la hicimos retroceder demasiado. Pero aprendimos de ello: aprendimos que sólo una reforma migratoria integral y bipartidista puede darnos la solución que necesitamos, controlar la inmigración ilegal, sin dejar de ser un faro para la inmigración legal. Así que nuestra administración se sentó con uno de los republicanos más conservadores del Senado, James Lankford, de Oklahoma, y elaboró un proyecto de ley de inmigración bipartidista que habría hecho precisamente eso. ¿Y qué hizo Trump? Ordenó a los republicanos que lo mataran, para poder seguir explotando la inmigración como un tema divisorio. ¿Y me preguntas si he cambiado de bando?”.

Los políticos siempre subestiman cuánto respetan los votantes (y los medios de comunicación) a un líder que puede decir: “No lo hicimos del todo bien la primera vez, y voy a arreglarlo”, algo que Trump nunca jamás podrá hacer. Como dijo recientemente James Carville en un ensayo invitado de opinión del Times: “Una líder que pueda admitir abiertamente un cambio en su forma de entender las cosas sería como un soplo de aire primaveral para muchos votantes”.

© The New York Times 2024.

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