La intimidad de la reunión a gritos de los libertarios que selló la expulsión de la mendocina Lourdes Arrieta

El relato detallado de Lourdes Arrieta, que será echada del bloque tras una decisión de Karina Milei, y su descargo publico.

Es un hecho: el martes que viene, en una reunión del bloque de diputados, La Libertad Avanza resolverá el apartamiento de Lourdes Arrieta, por lo que el espacio perderá a una diputada nacional y la bancada será de 37 miembros, el mismo tamaño que la del PRO.

Ello luego del escándalo protagonizado esta semana, que terminó a los gritos, con empujones, un portazo, denuncias de violencia de género y una guerra de grabaciones cruzadas, que desnudó una vez más la desconfianza que reina entre libertarios en Diputados.

No obstante, en esa reunión llena de acusaciones, Martín Menem, presidente de Diputados, hizo un fuerte descargo en el que se volvió a despegar de las declaraciones de Arrieta, que días atrás lo había responsabilizado en una comisión por el tour a genocidas.

Según pudo reconstruir diario Clarín, Menem fue tajante. “Me siento un poco estúpido teniendo que decir esto otra vez, que alguien pueda pensar que yo pueda saber dónde va uno de ustedes, diputados, cuando utilizan un auto, es algo que roza la canallada”, manifestó el riojano. “Hablaría muy mal de mí si yo supiera dónde va un diputado de los 256″.

“A veces hay que poner blanco sobre negro, hay que poner un limite, que no se vulnere la verdad. Nosotros vinimos a la política para terminar con los privilegios y asumimos un compromiso el año pasado, el compromiso es acompañar al presidente Milei, que es el único dueño de los votos que hicieron que todos nosotros estemos acá, el me diga que tiene votos propios es un mentiroso crónico”, lanzó.

“Menem hizo hincapié en la necesidad de resolver los problemas internos en ese ámbito, al interior del bloque, y no andar ventilando peleas en los medios o a través de denuncias judiciales, como la presentada por Arrieta a principios de agosto en el juzgado federal N°2 de Lomas de Zamora, donde acusó a su compañero de bancada Beltrán Benedit, al cura Javier Olivera Ravasi, hijo de un represor preso, y a un grupo de abogados con filiación con exmilitares condenados, por la visita a la cárcel“, según Clarín.

Nosotros tenemos una sola obligación en este bloque hasta 2027 y es hacer caso. Todo lo demás, está de más. Tenemos que hacer caso. Si tenemos diferencias las metemos adentro, salimos de acá y le damos la derecha siempre al espacio que nos puso acá, porque vuelvo a repetir: no tenemos un solo voto”, esgrimió el presidente de Diputados.

Según Clarín, Menem les pidió a los diputados libertarios aprender algo de todo este berenjenal en el que los metió la visita a represores y los posteriores coletazos después de que Arrieta y Rocio Bonacci revelaran públicamente detalles de cómo se gestó la reunión con Astiz.

“Espero que lo que pasó sirva para aprender, que hay cosas que no podemos cometer. No nos vamos a señalar con el dedo, yo no estoy acá para decirle a alguien ‘vos sos culpable, vos sos inocente’ porque la verdad podemos equivocarnos todos. De hecho nos equivocamos todos los días. El que más hace más se equivoca, dicen. Y el que más se equivoca más experiencia tiene. Y el que más experiencia tiene, tiene más posibilidades de tener éxito”, dijo casi en tono catártico.

Y siguió: “Los llamo a la reflexión, les pido que demos vuelta la página, que aprendamos a hacer caso. No podemos ser librepensadores, cuando somos un espacio en formación que tiene menos de dos años de existencia. Tenemos que comprometernos a terminar con las pequeñeces, a terminar con las diferencias que no le mejoran la vida a nadie. Tenemos que aprender a perdonar, más allá de alguna situación puntual que hemos vivido, aunque duela”.

Martín Menem cerró su discurso citando una anécdota de su tío, el expresidente Carlos Saúl Menem. “Menem perdonó a la persona que no le permitió ir al velorio de su mamá”, dijo, algo emocionado, en referencia a que uno de los primeros indultos que firmó el riojano en 1989 fue el del general Albano Harguindeguy, exministro del Interior de la dictadura, que había ordenado detenerlo en 1976.

Lejos de pacificar los ánimos del bloque, tras el discurso de Menem todo voló por los aires. Según se desprende de la denuncia que Lourdes Arrieta presentó antes la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia, la diputada estalló a los gritos tras haber sido apuntada por dos de sus compañeros de bloque: Lorena Villaverde y Nicolás Mayoraz, que la trataron de loca.

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