“Al principio fue como un juego”: la historia de la pyme mendocina Eva Miller
Recientemente, el Ministerio de Economía y Energía, a través de su Dirección de Emprendedores, difundió los resultados de la convocatoria Mendoza Emprende Incuba. El programa apuesta y acompaña a emprendedores en su camino hacia el éxito empresarial, consolidando a largo plazo el crecimiento del ecosistema emprendedor en la provincia.
Empresas adjudicatarias
Una de las empresas que resultó adjudicataria del programa es Arte Textil SA (Eva Miller), que se embarcará en la tarea de acompañar a cuatro emprendedores centrados en el desarrollo de iniciativas sostenibles y tecnológicas en los procesos de diseño, fabricación y comercialización de productos textiles.
“El compromiso de las empresas adjudicatarias implica aportar no solo capital humano sino también apoyo gerencial, relaciones, infraestructura y consultorías en todas las áreas empresariales. Este enfoque integral tiene como objetivo generar emprendimientos que resuelvan problemáticas específicas de la empresa y/o del grupo asociativo al que pertenecen, contribuyendo así al desarrollo sostenible de la provincia. Desde la dirección esperamos poder continuar con esta convocatoria y seguir sumando empresarios que puedan acompañar emprendedores en la creación de nuevas empresas”, explicó la directora del área, Paula Cohen.
Cómo nació Eva Miller
Con el propósito de Brindar Soluciones Amigables al momento de Vestir, la empresa Eva Miller desembarcó hace más de 20 años en Mendoza y luego se expandió a diferentes puntos del país.
Empresa fundada por Evangelina Socias y Ariel Terzi, quienes desde hace más de 30 años trabajan en el mundo de la moda con una propuesta de diseños simples y con estilo, proponiendo una experiencia de vestimenta elevadora y a precios accesibles.
Evangelina es la empresaria detrás de la marca, junto con Ariel Terzi, su esposo y compañero de vida, de quien se enamoró a los 17 años, cuando ella estudiaba Servicio Social y él Ingeniería Industrial en la Universidad
Nacional de Cuyo.
“Éramos muy chicos y se nos ocurrió coser bucitos y luego venderlos”, rememoró en una vieja entrevista local que ahora forma parte de la biblioteca de la UDA.
Luego, en los ’90 y ya casados, pergeñaron su marca: Eva Miller, que no sólo se afianzó con éxito en la provincia a través de numerosos locales, como el del Mendoza Plaza Shopping, el de la avenida Colón o el de Palmares Open Mall, entre otros, junto a agresivas campañas publicitarias, sino que también cobró proyección nacional mediante negocios propios, franquicias, e incluso cruzó la cordillera hacia Chile.
Evangelina, también orgullosa mamá de tres varones, se involucra personalmente en cada detalle del diseño creativo de sus diferentes colecciones. Su esposo, en tanto, se aboca a los aspectos comerciales de la empresa.
“Con mi marido empezamos a fabricar ropa cuando todavía éramos adolescentes. Al principio fue como un juego.
Estábamos solteros y teníamos ganas de hacer algo que fuera nuestro. Fue a finales de los ’80. Mi mamá era modista. De noche le sacábamos la llave del tallercito, que funcionaba en mi casa, y nos poníamos a coser”, contó
“Después nos casamos y ya la cosa no era una diversión, era una realidad, teníamos que vivir de eso y sabíamos que queríamos crecer. Además tuvimos a nuestro primer hijo en el ’89 y muy seguiditos a los otros dos. Yo desde chica siempre dije que quería ser independiente. A los 15 años ya me encargaba de la casa y de mi hermano menor. Ayudaba mucho a mi mamá. Ella es una mujer muy laburadora, que la remó mucho. Al final nosotros terminamos cambiando la universidad por la confección de ropa”, agregó.
Y detalló: “Ariel también cosía, aprendió haciéndolo. Me acuerdo que compramos una máquina importante, que en esa época nos salió muy cara, y mi marido se pasó una semana entera enfrente para tratar de entender cómo se usaba. En un principio cosíamos los dos. A mí me apasionaba mi trabajo, y me sigue apasionando venir a la fábrica, hacer lo que hago, aunque hoy en realidad no coso nada, mi labor pasa por otro lado. Después de los
buzos empezamos a fabricar para otras marcas: Aeromóvil, ID#, Ozio, Vía Libre, Fullback de San Juan, a muchas firmas”.
“Costó muchísimo hacer conocida una marca mendocina. La idea de crear nuestra marca surgió porque no crecíamos. Trabajábamos para otras marcas y sentíamos que estábamos estancados“, contó.