Empecemos por hablar claro y directo, y pactar no dejar títere con cabeza. El dúo dinámico del gobierno local, Cornejo-Casado, evidentemente son un par de pájaros que parecen interesante, aunque después podemos terminar llamándolos “mentirosos”.
Valen, como los políticos perfectos en el molesto y resonante sentido de la palabra, “no tienen escrúpulos, sabemos que los argentinos no tenemos memoria y por eso quiero recordar que son un dúo de mentirosos sin complejos.”
Este es un dúo con “falta de consideraciones y miramientos”, que por lo visto es una propiedad del político de raza. Capaz de lo mejor y de lo peor, capaz de llevarnos al abismo que, a la gloria, porque estos siniestros personajes por su actitud en los últimos meses van por el camino político de favorecer a los grandes padrones y eso les comió el poco cerebro que les quedaba. Portezuelo, a ojos vista es una muestra clara de lo que digo.
Sobre el contexto actual que vive Mendoza y en especial en Malargüe, quiero exteriorizar que estamos ante una manifiesta ausencia de líderes con solidez intelectual para defender, los intereses regionales con fuerte argumentos de peso. La ciudadanía necesita de líderes, o sea gente que dé objetivos, aunque a veces no sean muy claros.
Reconozcamos que en los últimos años la inteligencia está siendo golpeada y machucada, incluso en las escuelas.
No es fácil batallar contra el gobierno, eso está claro, por ejemplo, con la condición populista del gobierno, que suele confundir a la sociedad con la asombrosa solidez intelectual de un par de rufianes, cuyo oportunismo, conveniencia y desvergüenza crearon obras maestras como lo es la famosa adenda firmada en 2019, para quedarse con los 1023 millones de dólares para hacer política en los grandes padrones y perpetrase, en el poder a partir de las próximas elecciones.
Debo ser justo y reconocer que no se trata de elementos aislados, sino que forman parte de un conjunto o una tendencia muy despreciable para marcar territorio creando también su, presumida clientela y darle un semblante nuevo al viejo negocio de progresar y contener el electorado.
No se me cuelguen de lo fácil y No es verdad que no nos representen. Se representan a todos ellos, los unos y los otros. Los decentes, y también los corruptos. Da igual que te traten de usted o de vanagloriarse de tu desconocimiento, en fin, personajes de muy baja estofa. Los populistas y sinvergüenzas están a la orden del día, pero también es cierto que somos lo que nosotros mismos hemos hecho de la marca Malargüe, que por obra y gracias de estos esperpentos hoy somos unos ciudadanos que estamos achatados, sin ganas de cortar ruta, puentes, y o de manifestarnos en descontento por el semejante despojo de Portezuelo.
Por eso no conviene olvidar que a estos políticos los hemos llevado a sentarse en la casa de gobierno, entre ustedes y yo, ciudadanos íntegros y honorables, pero también la masa, que tiene, naturalmente, derecho a votar a los suyos. Entonces debemos reconocer que somos una democracia representativa, porque es imposible representarnos mejor, es lo que tenemos.
Esto es Mendoza, semillero tradicional de pícaros y delincuentes, donde ser normal, esforzado u honrado parece una desgracia y es un gran desengaño.
Para finalizar, un gobierno donde los inmorales nos han igualado y copan el poder, no sería representativo de lo que también somos. No dejemos que nadie nos robe nuestros sueños, ni tampoco le robemos a otros los suyos.
