El día que sentaron a Néstor Kirchner con la mafia pesquera… y se quedó
Por Roberto Maturana, especial para Diario Mendoza Today.
¿Cuáles son los nexos entre el gobierno nacional y los negocios pesqueros? Quienes tienen llegada directo al núcleo de poder, cuentan el negocio para que los funcionarios los viabilicen. A partir de la investigación a Panati, se develaron los intereses españoles en los recursos argentinos y el estado de explotación del caladero nacional de Malvinas.
Cómo llega Vito Panati, un criminal internacional, a Néstor Kirchner, es una historia que Cristina Fernández y Máximo desconocen.
Cuando Néstor Kirchner llegó al Ejecutivo, Vito Panati conocía perfectamente el sector pesquero argentino y a sus actores corruptos. Había logrado instalarse en la Argentina luego del desastre de muerte y pobreza que generó en Somalia. Su objetivo era llegar al presidente de “la África blanca”, así llamaba al país este personaje capaz hasta de arrojar desechos tóxicos al mar.
En el año 2004, Vito Panati se contactó con Darío Baroli, presidente de Calapa (Cámara Langostinera Patagónica). Este hábil lacayo del poder experto en traficar influencias, encantó al mafioso. Panati le propuso contratarlo por una suma cercana a los 750.000 dólares al año. Esta propuesta hizo que el mago Baroli renunciara a la vicepresidencia de la pesquera Arbumasa, empresa pesquera española que se autoexporta pescado argentino como commodity.
Baroli le presentó a Panati su amigo Ernesto Aspillaga, con llegada directa a Néstor y su entorno patagónico. Aspillaga fue vicepresidente de Conarpesa, otra empresa española, que pertenece a Fernando Álvarez Castellanos. Esta empresa fue llevada a la Justicia “sospechada” por nexos en tráfico de drogas. Tanto Álvarez Castellanos como su mano derecha Aspillaga, fueron investigados por el asesinato de Raúl “Cacho” Espinosa, de Pesquera San Isidro, ocurrido el 29 de enero el 2001. Por Conarpesa también fue investigado Ricardo Echegaray, por entonces director de Aduana Zona Sur —luego premiado como Director de Aduana Nacional para coronar como administrador de la AFIP— por el cobro de millonarios reintegros aduaneros ilegales. Mientras se investigaba a Echegaray como director de Aduana Zona Sur, el director de Aduana Nacional era José Sbatella, hoy presidente de la Unidad de Información Financiera (UIF) del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Presidencia de la Nación.
Este tándem, Baroli-Aspillaga, llevaron a Vito Panti hacia Néstor Kirchner por el proyecto Kaleu Kaleu. Para el 2005, Vito Panati era el presidente de Kaleu Kaleu SA y Baroli era director suplente.
Panati, en el año 2000, se interesó por un buque, el Kaleu Kaleu. Este buque marisquero pertenecía a Cono Austral y a un empresario argentino, Alejandro Freire, quien lo había recibido como parte de pago de una deuda. El buque era una ruina y una oportunidad para que Panati pudiera afianzar su negocio de lavado en la Argentina. Freire no era del sector y carecía de financiación para hacer producir el buque abandonado en un astillero patagónico, por el que había formado la empresa Kaleu Kaleu SA.
La cuestión, es que por la reparación del buque Panati a través Panapesca se generó un balance con quebranto para la Kaleu Kaleu, ya que se la amortizó en tres años.
Sin embargo, las mareas desde el 2001 al 2004 fueron excelentes para el buque por el tamaño del langostino, la gran cantidad de capturas y los precios que acompañaban el valor del producto como consecuencia de un euro fuerte que se distanciaba del dólar americano. Los destinos de la empresa argentina estaban ya unidos a Panati. Tal como sucedió con la Shifco africana, Panati se deshizo del empresario local y tomó el directorio con su abre puertas Baroli.
Panati repitió con la Kaleu Kaleu las mismas maniobras que utilizaba con las empresas Il Sole y Santa Elena. Con el parte del último día de captura y la bodega llena del Kaleu Kaleu, ordenaba llamar a despachantes de Puerto Deseado para obtener los precios más bajos de exportación del langostino, es decir los precios para producto de segunda, roto o que presenta algún problema organoléptico. Con los valores mínimos de exportación, Panati hacía armar la factura de exportación de Kaleu Kaleu SA sobre las uruguayas fantasmas Deltamar y Onega. En ese momento, existía comunicación directa con Montevideo, en donde se indicaban los precios que tendrían las facturas de cada empresa. Estas facturaban a Malcrown Limited, con domicilio en Canadá y cuenta corriente bancaria en Uruguay, manejada por el Grupo Guyer y Regulles.
Al pie de este artículo figura la copia del poder certificado por notario, en donde Vito Panati libera de todo problema, civil, comercial o penal y se obliga a mantener inmunes a los directores de la Malcrown, Nicolás Juan y Diego Licio, ambos contadores, hoy socios de Guyer y Regulles, Pza. Independencia 811, Montevideo, Uruguay. También la orden de pago de Panati para cerrar el ejercicio contable 2003 de Deltamar.
Malcrown existía para sobre facturar la mercadería a la Panapesca Italia de Panati. Se cerraba la triangulación con el objetivo de llegar a un valor más alto a la Panapesca Italia, ya que Panapesca disminuye sus ganancias pagando menos impuesto defraudando al fisco. Por otro lado, al sobre facturar a Malcrown de Vito Panati, guarda en sus arcas uruguayas la moneda que le roba al estado argentino, al italiano, a los socios argentinos y a los socios Italianos. El buque Kaleu Kaleu deja 7,5 millones de dólares de ganancia no declarada en bancos del Uruguay en su primera campaña de pesca.
Además del dinero proveniente del entierro de somalíes por arrojar containers al mar llenos de desechos radiactivos y tóxicos, venta de armas, droga, vinculaciones con Monzer Al Kazar, asesinato de los colegas periodistas Iliara Alpi Miram Hrovatin el día que emitirían en Cadena 3 la investigación sobre este criminal, Panati obtuvo millones del lavado en la Argentina por la explotación pesquera y la triangulación de las ventas.
Una empresa que surge de una bola de óxido, como era el Kaleu Kaleu en el año 1999, escorado en el muelle de Torrecin en Puerto Deseado, pasó por el impulso de Panati y la mano de Néstor Kirchner para ser una de las pesqueras más fuertes del país, llegando a un total de 10 embarcaciones, planta en Madryn mas grande que el Estadio de River Plate, Proyecto presentado para Planta en Caleta Paula, planta en Mar del Plata.
En la inauguración de la planta en Puerto Madryn, el 26 de noviembre de 2004, en lo discursivo de Panapesca, Néstor Kirchner invitó a su palco a Vito Panati. Entre las palabras que le dirige al mafioso se encuentra esta frase: “Esto para nosotros le digo que es un profundo agradecimiento del Gobierno nacional hacia su empresa, hacia usted, hacia su señora, realmente le agradecemos que esté apostando aquí”.
Panati también operó en España. Unos meses antes de ser elogiado por Néstor, en abril de 2004 mandó a quemar una planta que se había construido a expensas de créditos comunitarios a fondo perdido para la generación de empleos. La planta era de Panatrade de Panati. Luego del incendio paso a ser de Cabomar, pesquera española de Panati.
Dos años más tarde, ardió la planta inaugurada por Néstor, de 800 m2, con una inversión de 5,5 millones de dólares y generación de empleo para 400 personas. La prensa especializada del momento nada dijo sobre que la planta era de Panapesca. Se borró la presencia de Néstor en su inauguración y se informó: “La moderna planta pesquera de la firma Kaleu Kaleu de Puerto Madryn quedó reducida a cenizas luego que un devastador incendio la consumiera íntegramente, en un siniestro que se produjo este martes 24 de octubre. El peritaje realizado por los bomberos al día siguiente determinó que el fuego se inició por un cortocircuito en el depósito de cargas”.
Pero no todo se puede borrar: “La empresa Kaleu Kaleu es propiedad del grupo de capitales italianos Panapesca y el día de su apertura el primer mandatario nacional llegó a Puerto Madryn junto a varios ministros de su gabinete, para inaugurar una planta de 8.000 metros cuadrados, cuya construcción había costado alrededor de 5 millones y medio de dólares”.
Así opera Panati, quema todo cuando tiene que borrar sus ilegalidades, hunde buques o asesina.
La moderna empresa inaugurada por Néstor, se quemó luego del escándalo del tsunami del 2005, que mostró el horror por los desechos tóxicos que Panati dejó en Somalia y, por ello, la reapertura de la investigación de la muerte de los colegas Ilaria Alpi y Miram Hrovatin .
Quienes presentaron a Néstor Kirchner semejante asesino, Darío Baroli y Ernesto Aspillaga, en el 2007 formaron la consultora DyE con oficinas en la Galería Jardín. Esta consultora operaba como filtro para los negocios del poder kirchnerista. Frecuentada por Rudy Ulloa, millonario ex chofer de Néstor, Julio De Vido y Ricardo Jaime. Hasta Claudio Uberti y los armadores de la colonia pesquera radicada en el país operaban con DyE. ¿Cómo es posible que quienes sentaron a un asesino con el presidente de la Nación sean favorecidos aun hoy en los negocios del propio poder kirchnerista?
En agosto de 2007, se descubrió que Aspillaga estaba dentro de la camioneta de Daniel Varizat el día que este aplastó a un grupo de docentes Santa Cruz.
Baroli ya no está en el directorio de Kaleu Kaleu, pero volvió a Calapa. Siguió operando como si nada hubiera pasado. En esos días, Baroli negociaba para las empresas pesqueras españolas radicadas en el país con Peralta, gobernador de Santa Cruz. Mientras, el gobierno argentino adelantaba a su par español que habría ayuda para la reconstrucción de las plantas españolas en la Patagonia. El objetivo negociado por Baroli era la de financiar a los españoles para que sigan exportando materia prima a su país, que se transformó en mano de obra europea.
Aspillaga, a comienzos del 2011, hacía lobby en el Senado de la Nación para lograr consenso respecto al cobro de reintegros de las pesqueras españolas y ayuda para la reconstrucción de sus plantas. El senador de Santa Cruz, Nicolás Fernández, primo de Cristina oficiaba de anfitrión. La Banelco pesquera todo lo pagó.
Se colaborará desde el sector pesquero langostinero extranjero radicado aquí a paliar su crisis de Europa. Las empresas españolas triangulan para exportar el pescado del caladero nacional a sus casas matrices europeas. Se les paga reintegros y gas oil a precio preferencial. Habría que preguntarse por qué el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, a las pesqueras españolas no las insta a diversificarse en el país y a las electrónicas y automotrices sí.
Luego del incendio, Vito Panati desapareció de la Argentina y dejó su séquito de italianos mafiosos. Franco Lisi pasó a ser el presiente de Kaleu Kaleu. El hijo de Franco, Daniele Lisi, es hoy el presidente de Cabomar, empresa pesquera española de Panati. Cabomar hoy opera en Malvinas, como tantas empresas españolas radicadas en la Argentina.
Las empresas de la madre patria que votaron en contra de la Argentina sobre el tema Malvinas en el Tratado de Lisboa del 2007, tienen barcos operando en el continente y las propias Malvinas. España, solo en el 2010, ingresó 68 buques a pescar en las islas, violando la soberanía, la Ley de Sociedades, la Ley Federal de Pesca. En conclusión, llevan el pescado argentino como un commodity, triangulan ventas, subdeclaran capturas (pescan con el 10% del 100% de un permiso de pesca) y lo hacen en Malvinas.
Lo que aquí se demuestra con Panati, que también opera en España y no es investigado, es aplicable a los españoles con pesqueras radicadas en el país. El gobierno ayuda a las empresas españolas de la mano de Baroli y Aspillaga para que no se vayan. ¿Cuánto trabajo generan con personal en relación de dependencia? ¿Cuál es la opinión de los trabajadores patagónicos en referencia a estas empresas extranjeras?
La UIF de Sbatella no informa nada al respecto y desde el Gobierno no se impulsa la captura internacional de Panati por lavado de dinero. El caso Panati muestra cómo se gobierna en el país. Desde el poder político se avalan conductas que rigen a toda la administración pública asociados a los sectores privados. El Gobierno es ley, ordena la justicia sustentado en el poder mayoritario del Congreso Nacional, que desconoce cada auditoria emanada del a AGN con informes sobre la destrucción pesquera y la gravísima corrupción imperante en el sector.
Con la información que tienen Baroli y Aspillaga de Panati y de las empresas españolas, el gobierno nacional podría aunar esfuerzos con el gobierno español y el gobierno italiano en la lucha contra el lavado de dinero. El gobierno uruguayo seguro colaborará como han colaborado sus ex de inteligencia en esta investigación.
Ahora que Cristina decidió enarbolar la bandera de Malvinas, el momento político no podría ser más oportuno. El GAFI ya cuenta con esta información, la Interpol también.
En la próxima nota se tratará la operatoria del tráfico de permisos de pesca de Panati, triangulación en la compra y venta de buques, frigoríficos, nombraremos más lacayos del poder, que facilitan impunes la destrucción de la Argentina. Se desnudará la corrupción estructural de los administradores pesqueros y empresarios argentinos.
Copia del poder certificado por notario
Roberto Maturana
Oficial de Marina Mercante-Investigador